Tres jugadores de la plantilla rojiblanca se reivindicaron ayer en Valladolid. Aritz Aduriz, el hombre gol del equipo, volvió a marcar y demostró, de nuevo, que no es un jugador que únicamente aporte pelea, sino que también anota y tiene calidad. Aunque si hablamos de capacidad técnica, uno de los integrantes del grupo con mayor nivel en ese apartado es Igor Gabilondo. El de Añorga, que retornaba al equipo después de su lesión, fue clave en la victoria. De sus botas nacieron gran parte de las mejores ocasiones de un equipo en el que certificó tener un sitio.

Capítulo aparte merece Ustaritz. Un jugador que ha sido condenado al banquillo y que ha visto como desde el cuerpo técnico se pedían hasta sanciones cautelares para Ocio y Amorebieta, en vez de apostar por él cuando ha habido expulsiones. No obstante, ayer, el de Matiena volvió a evidenciar que es un central de absolutas garantías.