«Caso Mayo»
La UCI solicitará una nueva prueba antes de decidir si recurre
Pat McQuaid adelantó que la muestra B de orina de Iban Mayo será analizada en el laboratorio de Châtenay
Amaia U. LASAGABASTER | DONOSTIA
A la UCI no le gusta que le lleven la contraria y menos cuando se trata de su ejemplar lucha contra el dopaje. Sólo así se entiende que, en lugar de felicitarse porque el positivo de uno de los mejores corredores del pelotón resultara erróneo, amenace con prolongar el culebrón.
Olvidando que el análisis realizado en el laboratorio de Sidney a la muestra B de la orina de Iban Mayo también resultó negativo, desde la UCI se aduce que en el laboratorio de Gante -donde se analizó la misma muestra- no se habla de negativo, sino de resultado «no concluyente». Olvidan también que, según la reglamentación de la Agencia Mundial Antidopaje, ese resultado equivale igualmente a un negativo.
Desde la UCI se asegura, además, que existen dudas sobre la fiabilidad del laboratorio de Gante. Por eso, y pese a que el trabajo realizado en su día en Châtenay dejó bastante que desear -Iban Mayo barajó en su día la posibilidad de recurrir por defecto de forma-, la UCI tiene la intención de seguir adelante.
Pat MacQuaid anunció ayer que el organismo internacional solicitará que la muestra B, la que fue analizada en Gante y Sidney, pase de nuevo por Châtenay. «En función de lo que dé ese análisis decidiremos si recurrimos», aseguró el presidente de la UCI, que tiene un plazo de un mes para hacerlo.
McQuaid, además, cree que la Federación Española ha podido «precipitarse» al cerrar el caso. Un argumento que se puede utilizar contra la propia UCI. Víctor Cordero destacaba ayer que «debió trabajarse con más discrección tras el positivo, sin decir nada hasta conocer el resultado de la muestra B». El director de la Vuelta a España reconoció que este tipo de situaciones, además, resultan perjudiciales no para todo el ciclismo, ya que «restan crédito a la lucha contra el dopaje».
Pasaporte biológico
Curiosamente, estas declaraciones se realizaron dentro de la cumbre antidopaje que comenzó ayer en Paris y que reúne a representantes de la UCI, Agencia Mundial Antidopaje, grandes vueltas y equipos ciclistas.
La nueva panacea en la lucha contra el dopaje parece pasar por el «pasaporte biológico», cuyo uso se quiere implantar a partir del próximo año.
Con este pasaporte se pretende medir los niveles hematológicos y urinarios de cada ciclista, para detectar cambios que puedan deberse al uso de sustancias ilícitas. Para su elaboración, serían necesarias seis muestras de sangre, aunque para incrementar su fiabilidad, se recomienda que sean diez: tres antes de la competición, tres fuera de competición, tres por sorpresa y una en reposo.
Hasta ahora, este tipo de seguimiento tiene, al menos en teoría, una función estrictamente sancionadora. Un corredor no puede ser sancionado, aunque sí se le puede impedir participar en una prueba por su propio beneficio médico. Con la puesta en marcha del pasaporte biológico, estas informaciones sí podrían ser utilizadas para sancionar al ciclista, según la responsable de la lucha antidopaje de la UCI, Anne Gripper.
Esta es una de las quejas de la Asociación Internacional de Ciclistas que, paradójicamente, no participa en la cumbre, aunque sí lo hagan algunos corredores a título individual. El nuevo presidente de la Asociación, Cédric Vasseur, recordó que «los parámetros médicos son confidenciales y estamos viendo que esos datos acabarán siendo revelados al público. No podemos convertirlos en un espectáculo público». El recientemente retirado corredor francés lamentó, además, que el uso del pasaporte biológico quiera ser «impuesto, sin hablarlo ni consensuarlo con los corredores».
Pese al resultado negativo de Sidney y el «no concluyente» de Gante, la UCI insiste. Quiere que la muestra B vuelva a Châtenay, donde se determinó el positivo, para decidir después si recurre.
La Fundación Euskadi y la empresa Naturgas presentaron ayer la creación del nuevo equipo «Naturgas Energía», que competirá en categoría elite y sub23, con una plantilla compuesta en su mayoría por corredores alaveses o formados en este herrialde.
Alberto Contador seguirá a las órdenes de Johan Bryuneel. En este caso con el maillot del Astaná, del que el belga será manager general y con el que el vencedor del último Tour ha firmado para las dos próximas temporadas.