En los últimos tres años las partidas presupuestarias del Athletic han sufrido un incremento que ronda los 15 millones de euros. De los 37 millones de euros presupuestados en la temporada 2005/06 se ha pasado a los 52 millones de euros de la presente.

Un aumento que contrasta con las dificultades deportivas padecidas durante esas temporadas. Con el equipo sufriendo para mantenerse en Primera, las cuentas del club han crecido a un nivel exagerado sin ninguna explicación convincente. Si se sigue a este ritmo la próxima campaña se estará hablando de 60 millones de euros, cerrando además el ejercicio con nuevas pérdidas.

Lo más llamativo es que más de la mitad de los gastos se destina al pago del personal deportivo del primer equipo. Desde distintos ámbitos se justifican las altas cantidades que perciben determinados profesionales con la filosofía. Pero no se debe olvidar quién es el que ofrece los contratos y los firma. Los presidentes y sus Juntas tienen la posibilidad de decir que no, pero prefieren pagar.

Nunca se piensa en el futuro, y a pesar de que se habla continuamente de cantera, no se hacen verdaderas apuestas ambiciosas ni innovadoras.

Los socios compromisarios que acudan a la cita de mañana deberán reflexionar sobre el modelo de club que quieren y hacia dónde se está dirigiendo. El déficit crece año tras año sin que se le ponga remedio y la nueva Directiva que preside García Macua tampoco escatima en gastos para fichajes.

El Athletic está viviendo por encima de sus posibilidades y por ese camino corre el serio riesgo de terminar por romperse. No tener cuentas pendientes es tan importante como tener un equipo competitivo en el plano deportivo. El Athletic tiene que jugar con solvencia en los dos campos.