Kitaj nació en Cleveland (Ohio) en 1932. Con 17 años se escapó de casa y trabajó durante cuatro años en un buque mercante noruego antes de dedicarse a estudiar arte, primero en Nueva York y después en Viena.

A finales de 1957, tras haber servido dos años con el Ejército estadounidense en la Alemania ocupada, Kitaj se trasladó definitivamente a Europa para estudiar en Londres. Su fascinación por este continente le venía de su sentimiento de pertenecer a una tradición artística europea y de su identificación con varios escritores estadounidenses que se exiliaron voluntariamente en el viejo continente, entre ellos los poetas T.S. Eliot y Ezra Pound y la polifacética Gertrude Stein.

Influido por los collages de su colega estadounidense Robert Rauschenberg, Kitaj tuvo, a su vez, una gran influencia en el surgimiento del pop art británico. Junto a Allen Jones y David Hockney, se convirtió en uno de los más importantes representantes de este movimiento.

Su pintura, que bebe de distintas fuentes, tanto literarias como históricas o políticas, pero también de la cultura popular, es muy compleja y se considera difícil de catalogar.

Kitaj se disoció rápidamente del pop art por considerarlo demasiado superficial, aunque siempre mantuvo su amistad con Hockney, a quien consideró como el mejor dibujante de su generación.

Su insistencia en la importancia del contenido temático de la pintura, unida a su rechazo de la pura abstracción, le convirtió en portavoz natural del arte figurativo en años en los que éste podía parecer obsoleto, lo que explica el que su obra vuelva a valorarse ahora con el retorno de la figuración.

Kitaj se consideraba heredero de una gran tradición figurativa que iba de Degas y Cézanne a Picasso y Matisse, preferencias de estilo que quedaron reflejadas en los artistas a los que seleccionó para su exposición ``El barro humano'', de 1976.

Menor producción

El suicidio en 1969 de su primera esposa, Elsi, con la que se había casado en 1953, le hundió en una gran depresión, que se tradujo en una menor producción artística durante varios años.

En los años setenta, Kitaj entró en contacto con otros artistas como Avigdor Arikha y Lucian Freud, y trabó una estrecha amistad con Frank Auerbach, de origen judío que había escapado de la Alemania nazi para establecerse en Gran Bretaña, Leon Kossoff y otros representantes de la Escuela de Londres.