Informe sobre las políticas agrícolas mundiales
Agricultores de la OCDE pierden ingresos por ventas
El último informe de la OCDE sobre las políticas agrícolas en los treinta países que integran esa organización confirma que en 2006 se produjo una reducción de los ingresos por ventas de los agricultores. También se redujeron las ayudas oficiales. Una de las causas de esa pérdida es el incremento de las materias primas, como expresa el informe.
Juanjo BASTERRA
El último informe de la OCDE referido a las políticas agrícolas reconoce la fuerte pérdida de ingresos de los agricultores por la reducción de los precios de venta de productos y también se ha producido una merma de las ayudas económicas entregadas desde las administraciones públicas.
Según los datos aportados en el informe «Políticas Agrícolas en los paises de la OCDE: Control y Evaluación», las ayudas al sector primario supusieron en el conjunto del Club de los 30 paises más desarrollados un 27% de los ingresos obtenidos por los agricultores. Representa una reducción, ya que un año antes las ayudas públicas representaron el 29%. Sin embargo, la pérdida de renta de los agricultores en el conjunto de la OCDE en 2006 alcanzó el 29% en relación a la que obtuvieron en 1988. En la Unión Europea, sin embargo, los agricultores ingresaron un un 52% menos en esos veinte años.
El director de Comercio y Agricultura de la OCDE, Stefan Tangermann, reconoció que «por un lado, es una buena noticia que las ayudas oficiales bajen, pero, por la otra, es mala porque el descenso, en realidad, se debe más al aumento de los precios de las materias primas, más que a cambios en las políticas de los gobiernos». Según reconoció, los precios de las materias primas se elevaron por el aumento de consumo en China, el efecto de la sequía en varios paises y la producción de los agrocombustibles. Esta realidad pone al descubierto la denuncia reiterada de los agricultores vascos en el sentido de que son los intermediarios los que están acumulando, en realidad, los mayores beneficios del proceso productivo del sector primario.
En principio, la OCDE aboga por el recorte de las ayudas económicas para evitar distorsiones en el mercado mundial, para que los países en vías de desarrollo puedan competir en una cierta igualdad de condiciones. Sin embargo, en el informe no se dice nada de la manera de repartir las ayudas oficiales que, en realidad, siempre acuden en apoyo mayoritario de terratenientes o grandes empresas del sector primario, por delante de las pequeñas explotaciones familiares que son, en realidad, las que sostienen el medio rural. El valor de la producción del sector en la OCDE alcanzó los 682.051 millones de euros en 2006, mientras que el apoyo a los productores no pasó de los 188.037 millones fueron distribuidos durante el año pasado en los 30 países miembros. El responsable de la OCDE destacó, sin embargo, que se obliga a los agricultores a producir para obtener ayudas «lo que quiere decir que se alienta a cultivar y, por lo tanto, se genera sobreproducción».
Tangermann dejó claro que los datos no contabilizan las compras en ayuda alimentaria de los Estados Unidos, que alcanza los 1,7 millones de euros , ni los subsidios al agrodiésel, ni tampoco las ayudas a la infraestructura que los gobiernos otorgan. El director de de Comercio y Agricultura de la OCDE aseguró que la aparición de los agrocombustibles y las ayudas que se otorgan a su producción «son una nueva forma de distorsionar el mercado». En este caso, muchos expertos están cuestionando esta nueva forma de producir energía verde, como indican las empresas y las administraciones públicas que la impulsan, porque se necesita una elevada producción en el sector primario para conseguir una producción energética mínima y a un coste muy alto, lo que ocurre que al contar con apoyo económico público su impacto inmediato es inferior.
En relación a los países miembros de la OCDE las diferencias son abismales entre unos y otros. Nueva Zelanda plantea ayudas que sólo representan en 1% del total de los ingresos agrícolas, mientras que en Islandia, Noruega, Corea del Sur o Suiza son superiores al 60%. En la Unión Europea, la parte de los ingresos de los agricultores correspondientes a los subsidios bajó ligeramente del 33% al 32% . En Estados Unidos cayó el 16% al 11%, pero el informe subraya que «es necesario hacer más reformas para reducir el apoyo a los precios de las materias primas como el azúcar y la leche y usar las ayudas para impulsar otros objetivos como la protección del medio ambiente rural», precisó Stefan Tangermann, que pidió mercados abiertos.
"Europa y Estados Unidos han hecho avances pero a niveles muy bajos, es un poco decepcionante", agregó Tangermann.
Precisamente, en Japón uno de los paises que tradicionalmente con más subsidios otorgan, han empezado a hacer reformas.
Según los expertos, el gobierno japonés está reduciendo gradualmente su rol en el establecimiento de los precios agrícolas.
"Los precios administrados se han abolido para el arroz, la harina y la cebada, a pesar de que los subsidios siguen manteniéndose en un 53 por ciento de lo total de ingresos de los campesinos"
Un dato relevante que muestra el informe indica que el Estado francés destina el 30% de los gastos del presupuesto al pago de ayudas a los agricultores que se encuentran en zonas desfavorecidas. En Grecia, ese pago sube al 46%, mientras que en los nuevos estados miembro de la UE se elevan al 60% para hacer frente a los ingresos de los agricultores. El informe no se refiere al Estado español en este caso, aunque sí que advierte que en el Estado francés las ayudas a la instalación de los jóvenes agricultores presenta más del 15% de los gastos. La Unión Europea potenciará la mejora de la competitividad .
El informe contiene más de 300 páginas y cuenta con un desarrollo pormenorizado de cada uno de los países que integran la organización internacional. Hace hincapié en la necesidad de avanzar en la seguridad alimentaria y en la diversificación de la agricultura, como elemento esencial del mantenimiento de este sector, que es una fuente de desarrollo económico.
Según los datos de la OCDE, Dinamarca y Australia avanzaron el año pasado en el impulso de una política alimentaria segura. También reconoce que en estados Unidos se ha publicado una serie de orientaciones para mejorar la practica de la gestión para cada etapa en la manipulación de los productos. Esta guía, según reconoce el organismo internacional, se dirige principalmente a las pequeñas empresas. También advierte, como paso positivo, que el año pasado la Unión Europea prohibió la utilización de cuatro antibióticos, que eran utilizados como aditivos alimentarios, avanzó en la legislación sobre las dioxinas. En Corea, por otro lado, se ha avanzado en la utilización de sistemas de análisis de riesgo.
El informe reconoce que se deben de dar «más pasos» para garantizar la seguridad alimentaria, ya que los procesos de transformación son los que «están incidiendo» de manera negativa por «falta o descuido de sus productores».
Por otro lado, el informe explica que la agricultura necesita una diversificación. «Las estrategias de desarrollo rural desplegadas por los poderes públicos avanzan en la mejora de la calidad de vida de las comunidades rurales para que incidan en la calidad de vida». Para ello, el informe señala diferentes iniciativas que se han puesto en marcha para atender a esos principios.
Así cita a Holanda porque ha aceptado que aquellos agricultores que se encuentren en zonas desfavorecidas y actúen en la conservación del medio «podrán recibir indemnizaciones». Japón, por ejemplo, también apoyará económicamente a los agricultores que se instalen en la baja o alta montaña, mientras que en Corea se puso en marcha una iniciativa piloto de apoyo a los agricultores que avancen en la conservación del paisaje. También cita la actividad desplegada en Italia para favorecer a quienes se dedican a la actividad del sector primario en zonas montañosas, ya que se entregan ayudas para hacer frente a las prestaciones de la Seguridad Social. «Son iniciativas e de apoyo a los agricultores más desfavorecidos», según el informe