La Euroliga es producto del juego de los mejores equipos de Europa y como siempre, tiene buena calidad y esperemos que se repita en esta competición la gran calidad en los partidos del Eurobasket. Si se acerca a los niveles de ataque y defensa que pudimos ver en verano, personalmente estaré contento. Es cierto que hay muchos jugadores que están en la NBA, pero los que se han quedado en Europa darán continuidad dándolo todo para que sus equipos ganen. Esperamos una temporada muy dura.

Tengo interés personal en que esta Euroliga empiece y acabe lo bien que se merece. Sé que el nivel de juego, de organización va a ser muy alto. Únicamente me preocupa cómo va a responder el público. Por ejemplo, en Estados Unidos ya se ha visto un bajón en la audiencia y veremos lo que pasa en la Euroliga

Mi única crítica viene de este lado y llevo 3-4 años hablando de ello en reuniones y seminarios, porque es que ya es casi imposible que un equipo «pequeño», como pudiera ser el Limoges campeón de Euroliga, o la Jugoplastika campeona de Euroliga, o Partizan, o que Zalgiris, incluso Tau... puedan llegar a la Final Four o ganar la Euroliga. Es casi imposible porque no se le deja tener la debida calidad y se queda sin el mínimo porcentaje de posibilidad, y eso no es nada bueno para el baloncesto.

Principalmente se debe a un motivo doble. Pongamos un Partizan de Belgrado al que se le han ido a la NBA Drobnjak, Djordjevic, Danilovic, Krstic... Sus mejores jugadores se han ido cuando, al mismo tiempo, los equipos «grandes» de Europa, aquellos que todos conocemos que son CSKA Moscú, Panathinaikos, Maccabi Tel Aviv, Olympiacos... cada vez invierten más dinero para hacerse, o bien con las jóvenes promesas que quedan por Europa, o bien aquellos europeos que ya han pasado por la NBA. Todo ello trae como resultado que estos equipos se aseguran estar en la Final Tour para los próximos diez años, porque a los restantes equipos les es imposible tener en sus filas a esos jugadores de calidad.

Al final, la gente puede llegar a asistir a la Euroliga de baloncesto, sobre todo a las finales, como quien va al teatro; es decir, casi sabiendo de antemano quién va a ganar. Y eso no puede ser, ya que se corre el peligro de que el público pierda el interés por la competición. En resumen, lo que hacen no es más que monopolizar el baloncesto y, no sé cómo, hay que evitar que eso siga así, porque el monopolio sólo interesa y favorece a los monopolistas. Ahora que estoy a caballo entre Belgrado y Marbella, estamos trabajando mucho en este aspecto. En Belgrado he sido uno de los fundadores de la Liga Adriática, junto a Jordi Bertomeu, Eduardo Portela... aunque hay gente importante que está en nuestra contra.

Por último quisiera terminar hablando de Tau Baskonia, sobre el que hay que subrayar dos aspectos. En primer lugar, la marcha de Luis Scola significa una gran pérdida tanto para el equipo como para el baloncesto europeo, puesto que se trata de un jugador que ha marcado una época. Luis es uno de los mejores a quien he entrenado, tanto en calidad como en comportamiento.

En segundo lugar, debo confesar que aún no he visto jugar al nuevo Tau. Sé que ha habido cambios y supongo que será un Tau diferente, pero no puedo opinar todavía. Eso sí, conociendo la organización del Tau, estoy seguro de que su equipo no va a decepcionar a nadie. Ahora lo que hay que hacer es saltar a la cancha y darlo todo, sin excusas, porque ninguno es mejor que yo antes de empezar. Sólo si das tu 100% podrás, como dicen en mi país, estar tranquilo ante Dios y ante el Pueblo.