El anuncio del Gobierno de Gasteiz de que se compromete a destinar una partida económica en los presupuestos de 2008 para la construcción del nuevo centro de Educación Secundaria Obligatoria en Karrantza ha colmado inicialmente las pretensiones de la dirección, la asociación de madres y padres y el alumnado del instituto. Precisamente, representantes de la comunidad educativa habían convocado ayer a los medios de co- municación para explicarles «la precariedad física y la absoluta falta de seguridad» del actual edificio, donde cursan sus estudios 65 alumnos.

El anuncio de las movilizaciones ha sido el detonante de que responsables del Departamento de Educación se pusiesen ayer en contacto con representantes del centro de Karrantza para anunciarles que ya existe una partida económica para afrontar los trabajos de edificación del nuevo equipamiento. Estas obras comenzarán en 2008.

La iniciativa de profesores, madres y padres, así como estudiantes, se produjo tras años de reclamaciones al Ejecutivo de Lakua para que se levantase un nuevo instituto. El inmueble actual, que tiene más de medio siglo de existencia, no está debidamente adaptado para alber- gar una actividad docente, lo que genera graves problemas.

Las principales afecciones se encuentran en «los pasillos y escaleras muy estrechos» que no cumplen con las mínimas normativas sobre accesibilidad. Así, en caso de cualquier percance o situación de alarma, el desalojo de los 65 alumnos no sería fácil.

Las reparaciones periódicas que se afrontan en el vetusto centro, ubicado en el barrio de Kontxa, no terminaban de acabar con los problemas, especialmente los relativos a las humedades. La llegada del invierno en esta valle vizcaino preocupaba, por la aparición año tras año de goteras en las dependencias educativas.

Además, la nueva infraestructura, que se alzará sobre unos terrenos cedidos por el Consistorio de Karrantza y el espacio del actual gimnasio -que será derribado- permitirá mejorar la oferta del centro de Secundaria, que podrá acoger a más alumnos. Esto permitirá a los jóvenes no tener que desplazarse a otra localidad, como les sucede a los estudiantes de Bachillerato, que tienen que desplazarse a diario hasta Balmaseda con el consiguiente viaje por una carretera sinuosa.