El desalojo del vecino de Barañain se consumó con apoyo de la Guardia Civil
Asier VELEZ DE MENDIZABAL |
Tras el intento de desalojo ocurrido el pasado 2 de octubre, finalmente ayer por la mañana el vecino de Barañain Patxi Serrano fue desalojado de su domicilio por la fuerza. Serrano, que padece una minusvalía del 86% en la vista y se dedica a vender cupones, se ha quedado en la calle con su padre y su mujer, sin disponer de una vivienda donde poder alojarse.
El vecino, que aseguró en sudía que había sido «engañado» por la inmobiliaria, se queda ahora sin un techo bajo el que puedan dormir su padre de 80 años y su mujer, que se encuentra embarazada. Serrano, al igual que en el intento de desalojo sucedido a comienzos de este mes, se negó en todo momento a abandonar la vivienda, pero esta vez la actuación conjunta de la Guardia Civil, que no permitió que los medios de comunicación accedieran a la vivienda, y de la Policía Municipal de Barañain propició que finalmente el vecino fuera sacado «a empujones» de su casa.
Serrano insistía una y otra vez en que él en ningún momento vendió su vivienda a la inmobiliaria. «A mí me llevaron engañado a una notaría, diciendo que iba a firmar una reunificación de los préstamos, y yo firmé lo que ellos me dijeron que firmara. El notario actuó mal porque, teniendo en cuenta que yo soy invidente, su obligación era leerme la escritura, pero no lo hizo. Me engañaron completamente, y no soy el único afectado, ya que también han engañado a más gente» dijo.
Los dueños de la inmobiliaria, por su parte, negaron rotundamente que exista ningún tipo de engaño, y aseguraron que Serrano fue consciente de que estaba vendiendo su vivienda, y que en el momento de rubricar la venta, el notario le informó debidamente de la operación que se iba a realizar. «Nosotros le compramos la vivienda y nos hicimos cargo de los préstamos que todavía tenía pendientes por pagar, con la intención de volver a vendérsela posteriormente», afirman.
Los vecinos de la zona contemplaban apenados la escena, sin poder hacer nada por ayudar a su paisano, que es muy querido y apreciado en Barañain. Los gritos y lloros de los afectados al tener que abandonar el piso resultaron dramáticos, más todavía teniendo en cuenta que el futuro que les espera es desolador.
Una familia en la calle
El futuro ahora se presenta muy incierto para esta familia. Por lo pronto, Patxi Serrano afirmaba a primera hora de la tarde que ayer tenía pensado pasar la noche en el portal. «No sé qué va a pasar de ahora en adelante, no sé adónde iremos. El que más me preocupa es mi padre, porque está muy mayor y no sé que será de él. Yo esta noche me iré a dormir al portal», insistía entre sollozos.
Uno de los hermanos de Serrano le ha ofrecido residir en su vivienda. «Es mi hermano, y no pienso dejarlo en la calle en estos momentos tan duros. Ya sabe perfectamente que las puertas de mi casa están abiertas de par en par para él», aseguraba.