Al final les han empurado a todos -a algunos más que a otros, claro- y la reacción de la prensa fue la que cabía esperar. Los fans, indignados, los enemigos, exultantes y los emboscados, prudentes pero con el veneno en la puntita de la lengua.

Vale como ejemplo el editorial de «El Correo Español» de ayer, que ya sabe que se juega mucho en el mercado.

Decía el editorialista de Vocento que la apertura del juicio oral «por sendos delitos de desobediencia contra el lehendakari Ibarretxe, los líderes del PSE Patxi López y Rodolfo Ares y los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi, Juan José Petrikorena, Rufi Etxeberria, Pernando Barrena y Olatz Dañobeitia constituye una decisión judicial de grave e indiscutible relevancia» y lo es porque «el Tribunal Superior de Justicia vasco no sólo está encausando la celebración de reuniones partidarias, tras la declaración de tregua pero también una vez que ETA rompió el alto el fuego, con una formación ilegalizada por su connivencia con la organización terrorista. La resolución sienta en el banquillo a la máxima autoridad institucional de Euskadi, con el efecto que conlleva una iniciativa de esa trascendencia. La coincidencia ante el Tribunal de representantes democráticos con otros que acumulan sumarios por su vinculación con el terror puede provocar reacciones de incomprensión, incluso de abierto enojo, en significativos sectores de la sociedad vasca. Pero las consecuencias políticas e institucionales de tan comprometedora instrucción no pueden retraer la actuación de la Magistratura en tanto se muestre convencida de que éste debe ser jurídicamente su proceder». O sea, erre que erre.

Tampoco les ha gustado la reacción del Gobierno de Lakua porque, según ellos «la afirmación del Gobierno de Ibarretxe de que lo que se va a dirimir es `un juicio contra la sociedad vasca' supone una interesada manipulación para propiciar un enfrentamiento imposible entre una suerte de sentir colectivo y la resolución del Poder Judicial legalmente constituido».

Y al final, la gotita ponzoñosa, ingrediente indispensable y marca de la casa: «este juicio también debería servir de advertencia sobre los riesgos que comporta promover un supuesto proceso de diálogo basado en el reconocimiento institucional de una formación ilegalizada». Luego nos hablarán de paz.