La izquierda abertzale está convencida de que «es posible parar» el Tren de Alta Velocidad. No obstante, cree que para ello resulta «imprescindible» informar y activar a la mayoría social de Euskal Herria.

En una comparecencia ayer en Donostia junto a Aitor Aranzabal, Eusebio Lasa indicó que la oposición contra el TAV se está «fortaleciendo y ampliandose a nuevos espectros sociales». Como botón de muestra de esta actividad, recordó que con la lucha del movimiento popular se ha conseguido paralizar y frenar «mucho» el desarrollo de las obras. Eusebio Lasa aseguró que el retraso acumulado por el momento «está siendo enorme».

Lasa afirmó que «se ha vuelto a constatar» que la mayoría social y sindical de este país está en contra de este macroproyecto. Sin embargo, el representante independentista no dejó de insistir en la necesidad de que la base social de la izquierda abertzale, así como la sociedad en general, se adhiera a lucha encabezada por el movimiento AHT gelditu! Elkarlana.

En la rueda de prensa también denunciaron las declaraciones del delegado del Gobierno español en la Gasteiz, Pau- lino Luesma, contrarias a la realización de una nueva consulta popular en Anoeta, y el anuncio del inicio de las obras en Gipuzkoa por parte de Nuria Lopez de Gereñu, consejera de Lakua. Tras tildar estas apariciones de «prepotentes», consideró que tras ellas se esconde «un nerviosismo y una impaciencia patente», por la «clara debilidad» del proyecto.

Lasa criticó que con la construcción del TAV se pretende «llevar el modelo neoliberal hasta las últimas consecuencias». En esta línea, argumentó que este proyecto acarrea la concentración de la riqueza y la reducción del gasto social y la privatización del transporte colectivo, entre otros elementos.

La izquierda abertzale opina que es la hora de aunar fuerzas contra el TAV, ya que a su juicio es «imprescindible» hacerlo para «poder debatir en Euskal Herria, entre todos, el tipo de modelo social, territorial y de transporte que necesitamos».