Raimundo Fitero
Sentencia
En directo, con muchas cámaras y periodistas, el tribunal ha ido leyendo, con interrupciones técnicas, una sentencia que debe servir, de momento, para calmar un poco el ánimo político, aunque es bastante sintomático que a estas alturas del día todos los titulares sirvan para decir que se confirma la no participación de ETA en el 11-M, asunto que debería estar muy amortizado por las evidencias y todas las circunstancias concurrentes, pero que ha sido uno de los argumentos de Aznar y sus compinches mediáticos desde el día que perdieron las elecciones hace casi cuatro años para empozoñar cualquier convivencia con la asquerosa teoría de la conspiración.
Ya hay sentencia. Ahora vendrán los recursos, es decir que hay material para mantener encendido el muñeco durante unos cuantos meses más, y mientras tanto, siguen las otras acciones judiciales y policiales para que la existencia en estos valles vascos sea cada vez más interina, más propicia al capricho político de un excelentísimo señor. Las detenciones son una actividad prioritaria del discurso político actual. No hay más argumentario. Se detiene y con todo el descaro, sin atenerse a ninguna garantía jurídica constitucional (de la suya), pasan fotos de los detenidos en acciones callejeras. Es decir ya está la sentencia dictada en el noticiario de las nueve. Para qué tantos trámites, ni abogados, ni jueces, los detenemos y los condenamos con pruebas de risa por la tele a las veinticuatro horas. Esto se llama eficacia y sinergia entre policías y medios de comunicación.
Como en el Chad, o en cualquier otro lugar con democracias inexistentes. Pero aquí solamente es importante para ETB que Ibarretxe va a declarar ante un juez. Lo del ente vasco es un ridículo continuo. Los teleibarretxes están pasando por los momentos más delirantes de su historia. No hay día que no abran con él, como si fuesen su agente de ventas o su manager y no un servicio de información público, que pagamos todos, los que van al juez, los que irán, los que han ido y están en el talego, y hasta los que ni irán ni se les espera. Ha pasado de ser una tele de partido a tele de líder carismático.