Un centenar de corsos se manifestaron ayer en Ajaccio a favor de la independencia de Córsica y contra la presencia del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que presidió el segundo Consejo de Ministros que se celebra fuera del Elíseo.

El centro de la ciudad amaneció completamente cerrado al tráfico y, desde las 6.00 horas, las fuerzas de seguridad instalaron una barricada bloqueando el acceso y provocando las protestas de muchos ciudadanos. En total, fueron movilizados entre 1.500 y 2.000 gendarmes y policías. Pese al amplio despliegue, unas cien personas lograron manifestarse cerca de la Prefectura aunque, posteriormente, fueron dispersados con gases lacrimógenos.

Entre gritos de «libertad», el líder corso, Jean-Guy Talamoni, calificó esta visita de «contraproducente».

Ataque contra los CRS

En declaraciones a los medios, Sarkozy justificó que el Consejo de Ministros se hiciera en Corsica porque «es Francia. No ha habido un Consejo de Ministros descentralizado desde hace treinta años. Es verdad que es menos cansado, menos difícil quedarse en el despacho pero, al mismo tiempo, permite avanzar las cosas». En este sentido, adelantó que habrá más consejos fuera de París y que el próximo será en un «lugar simbólico» aún por decidir, pero que podría tratarse de un territorio de ultramar para «dejar bien claro que son territorios franceses».

Pocas horas antes, un petardo de dinamita explosionó contra un furgón de la Compañía Republicana de Seguridad (CRS) delante de la casa de Emilie Zuccarelli, alcalde de la capital norte de la isla, Bastia. El ataque provocó daños materiales.