Al hablar de los malos resultados del Athletic en el inicio liguero, García Macua repite machaconamente aquello de que «hay que saber de dónde venimos», en referencia a los dos años precedentes. Es cierto que fueron campañas angustiosas, pero ya va siendo hora de aparcar las excusas. La paciencia ha de ser una herramienta constructiva y está claro que el objetivo vuelve a pasar por salvarse con cierta holgura. Pero es imposible obviar que de los fichajes tan sólo dos son fijos y Caparrós sigue tocando teclas erróneas. En ese sentido, más tras el batacazo de la no aprobación de sus cuentas, cabe preguntarse si Macua será coherente con Caparrós, en caso de que el incendio pase de los institucional al césped.

Sobre las rémoras de pasado, decir que el Espanyol, tras fichar a Valverde, pasó de salvarse en el descuento a jugar la final de la UEFA.