El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, anunció ayer que limitará la energía a Gaza pese a la prohibición del fiscal general del Estado, Menajem Mazuz, de aplicar esta medida hasta probar que sus efectos sobre la población son limitados. «Las relaciones exteriores de Israel, incluida la aplicación de sanciones a otra entidad o estado, son asuntos que no pueden ser juzgados (legalmente) y que corresponde decidir al Gobierno», dijo el titular de Justicia, Daniel Friedman, en el mismo consejo de ministros en el que Barak hizo el anuncio.

El fiscal general Mazuz prohibió hace dos semanas la interrupción del suministro de energía a Gaza mientras Israel no garantizase que causaría sólo daños limitados al millón y medio habitantes de la franja, y que garantice que las instituciones médicas y humanitarias no se verán afectadas. La escasez de medicamentos provocada por el bloqueo se cobró ayer la vida de otra palestina.

Hasta ayer, Barak no había respondido a la demanda de Mazuz e incluso ambos tuvieron un enfrentamiento verbal hace unos días en el que el primero espetó al fiscal general: «Tú no vas a tomar decisiones por mí».

En cambio, Israel sí que ha reducido a la mitad su suministro de combustible a Gaza, la otra de las medidas aprobadas por Israel en represalia al lanzamiento contra su territorio desde la franja por milicianos palestinos de cohetes artesanales.

Mientras tanto, Mahmud Abbas insistió en calificar la conferencia prevista para este mes en Annapolis (EEUU) de «oportunidad histórica» para alcanzar la paz con Israel y establecer un Estado palestino con Jerusalén como capital.

Pese a ello, las autoridades sionistas impidieron el acceso a Jerusalén del negociador palestino para la conferencia de Annapolis, Ahmad Qureia.

«Estamos trabajando con el apoyo de los países árabes para que la conferencia de Annapolis tenga éxito porque es una oportunidad histórica para tener un Estado con Jerusalén como capital y en las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días de 1967», dijo el dirigente palestino en el transcurso del discurso pronunciado en la Muqata de Ramala, en la conmemoración del tercer aniversario de la muerte del histórico líder Yasser Arafat.

Críticas a Hamas

Abbas cargó con dureza contra Hamas en su intervención ante miles de personas, muchas de ellas jóvenes y que portaban las tradicionales kefias y banderas amarillas de al-Fatah, que lideró Arafat. «Abu Amar (seudónimo de Arafat) llevó la democracia y la libertad a Gaza, y los asesinos no van a seguir controlándola porque todo el pueblo palestino quiere la libertad y no ser manejado por las armas», señaló Mahmud Abbas.

Calificó además de «oscuro golpe de Estado contra la legitimidad y los logros» de Arafat la toma de Gaza por parte de Hamas, movimiento en el que centró parte de sus críticas recurriendo a metáforas y pasajes del Corán.