Lo que es tener confianza. Lo que es estar en una dinámica ganadora. Iurbentia Bilbao Basket se supera cada fin de semana y, con su victoria de ayer en Málaga por 76-77, aumenta la racha a tres victorias consecutivas -dos de ellas en plazas tan complicadas como Badalona y Málaga- y se acomoda en la zona más noble de la clasificación liguera con cinco victorias y sólo dos derrotas.

Pese a no ser muy superior, el conjunto de Txus Vidorreta supo maniatar sin problemas los argumentos de Unicaja que, de esta manera, volvió a sucumbir, como lo hizo en la jornada anterior en su feudo contra el ViveMenorca.

El conjunto de Scariolo tan sólo destacó en el primer cuarto, en el que se impuso por un claro 26-17. La defensa bilbaina hizo aguas y la afición que llenaba el Martín Carpena animaba a rabiar a un equipo que lo puso todo de su parte para volver a congraciarse con los suyos.

No obstante, a partir de la segunda manga, Unicaja comenzó a flojear mientras que el conjunto vizcaino despertaba de su letargo con una anotación muy repartida y con mucha mayor dureza en defensa, para llegar al descanso con un punto de ventaja: 37-38.

Buenos porcentajes

En el tercer período los de Txus Vidorreta no hicieron sino refrendar lo que comenzaron a hacer en el segundo ante un adversario que siempre estuvo por debajo en el marcador.

Hubo momentos, en este tercer cuarto, en que Unicaja quiso pero no pudo ante un Iurbentia Bilbao Basket que, por mucha contención con la que se expresen, camina con paso firme hacia la Copa. Aún queda mucha primera vuelta y nada hay decidido. Sin embargo, el club bilbaino está adquiriendo una madurez muy interesante que la experiencia en la liga le ha otorgado.

Por otra parte, Unicaja volvió a mostrar sus dos caras: en algunos momentos era muy inferior al club bilbaino y en otros en pareció que daría la vuelta al marcador pero que no se empleaba a fondo.

En la recta final del choque los de Sergio Scariolo apretaron de lo lindo, con defensas alternativas y el peligro constante de jugadores como Gabriel o Ndong. Mientras, Javi Salgado -capitán de los «hombres de negro»-, Recker y Marcelinho Huertas se encargaban de asegurar el triunfo para el equipo de Txus Vidorreta desde la línea de tiros libres. De hecho, los buenos porcentajes en el tiro supusieron un seguro de vida para los bilbainos, que frenaron así las acometidas malagueñas.

De todas maneras, el último tramo del partido fue de auténtico infarto. Unicaja tuvo un arbitraje variable -ora a favor, ora en contra y con un criterio que oscilaba en exceso- que hizo que aspirara a la victoria. Al final, mostrando un temple que no tuvo ante Murcia y León, Bilbao Basket solo permitió maquillar el resultado con un triple de Popovic que dejo en el electrónico un 76-77 engañoso por los méritos de los visitantes, que siguen en racha.