BEHOBIA-DONOSTIA
Chema Martínez y Kerubo cumplen pronósticos en una Behobia de 12.784
Chema Martínez se adjudicó su tercera victoria consecutiva y Sarah Kerubo debutó en la Behobia con la segunda mejor marca en la historia de la carrera. La cita tuvo un innegable protagonismo de los atletas veteranos, tanto en la carretera como en el podio, y también de esos 12.784 populares que contaron con el apoyo de la afición y la meteorología para hacer más llevaderos los 20,200 kilómetros del recorrido. Dos mil personas inscritas no comparecieron en la salida.
Miren SAENZ | DONOSTIA
Chema Martínez y Sarah Kerubo se proclamaron vencedores en la 43 edición de una Behobia fresca y luminosa disputada bajo el sol. El español obtuvo su tercera victoria y la keniata la segunda mejor marca en la historia de la carrera. La mañana fue magnífica y la meteorología colaboró con los 12.784 atletas que tomaron la salida en la edición mas multitudinaria, con récord de participantes aunque lejos de los casi 14.700 que consiguieron alguno de esos dórsales tan solicitados.
Martín Fiz y, sobre todo, Kamel Ziani obligaron al madrileño a trabajar algo más que en las dos anteriores ediciones y éste terminó por rebajar su registro personal. Sus 1h01:48 no figuran entre los mejores de una prueba que cuenta con siete marcas por debajo de la hora, pero las características de un circuito no homologado, y medido a tráfico abierto que a causa de las obras en esta edición puede tener cien metros más, unos 20,200 kilómetros, tampoco facilitan la rigurosidad de la estadística. Sea como sea, se quedó lejos de los 59.19 que posee su paisano Alberto Juzdado desde hace 11 años.
Kamel Ziani no empezó la jornada con buen pie. Se reconoció nervioso y las cosas comenzaron a torcerse, primero porque no encontraba el chip y después porque olvidó el dorsal en casa. Así que el atleta de Ampo terminó corriendo con un 3 escrito a bolígrafo en un papel en blanco y dio la cara en todo momento, pese a que era consciente de que la superioridad de un rival al que conoce de sobra y que no iba a permitirle un triunfo en casa. Martínez y Ziani ni siquiera esperaron al segundo kilómetro para desmarcarse del inmenso pelotón. Los hombres fuertes de la carrera cumplían con el guión, a ritmo de 3 minutos el mil. Por detrás, un Fiz que a sus 44 años se mostró lo suficientemente combativo como para subirse al tercer peldaño del podio. El alavés no se resigna a abandonar la que ha sido y es su vida y todavía se pica, así que abandonó la compañía de los navarros Etxeberria y Maritxalar, del guipuzcoano David Martín, del madrileño Capitán y del labortano Lionel Petriacq para perseguir a la pareja de cerca.
Martínez y Ziani se relevaban en cabeza hasta que coronaron Gaintxurizketa. Después, el subcampeón europeo de 10.000 metros decidió ponerse a rueda. Tenía claro que él no pensaba tirar, eso lo dejó para el oriotarra Así lo reconoció en meta: «Me he aprovechado de Kamel, le he chupado la sangre porque quería otra txapela».
En el kilómetro 10 los líderes marcaban 30:15, mientras Fiz recortaba distancias -30:58-. El alavés volvía a ganar terreno y mientras la pareja atravesaba el 15 en 45:34 , Fiz llegaba en 45:57. El oriotarra, consciente de que Martínez posee mejor final, ya había asumido que estaba destinado al segundo puesto.
Lo ratificó en el último kilómetro, cuando el madrileño le abandonó para afrontar la abarrotada última recta en solitario. Ziani llegó a meta 9 segundos después y Fiz a 39. En medio de una multitud de globos verdes y aplausos se confirmaba el podio más previsible. A continuación un afónico Martínez hablaba de repetir: «Cada vez me gusta más esta carrera. Me han animado más que a Kamel o por lo menos tanto como a él que es de aquí, así que el año que viene pienso volver», aseguraba un ganador que ha puesto sus ilusiones en el Europeo de Toro en diciembre.
También Ziani, que terminó mareado, se sintió satisfecho de su actuación y de regresar a un podio que en el 94 llegó a compartir con Diego García. Ayer también recibió el trofeo al mejor guipuzcoano, que recuerda al azpeitiarra, de manos de Fiz y el que fuera campeón europeo y mundial de maratón recordó a su compañero de fatigas.
«Correr esta carrera era muy especial para mí sobre todo para homenajear a Diego. Me había preparado a fondo y he corrido muy a gusto porque el público me ha llevado en volandas. Además había rechazado otras ofertas para venir de atleta popular. Después de las cantidades que se pagan en otros eventos a mí me parece bien que aquí no se pague. Me siento como el ganador, así que será difícil que vuelva porque el sabor de boca que me ha dejado ha sido impresionante», dijo Fiz.
Martínez, a sus 36 años, se llevó además de la txapela, la farola y las flores reservadas al campeón absoluto, el trofeo al mejor veterano. Y es que los atletas de 35 para arriba tuvieron una importante cota de protagonismo.
Sorprendidas en el podio
Sarah Kerubo se convirtió en la tercera ganadora africana de la popular guipuzcoana y en la más rápida tras concluir en 1.09:27, la segunda mejor marca femenina de la prueba. La otra aportación de Nike invirtió 33 segundos más que la plusmarquista Rocío Ríos y tuvo un agradecido debut en la prueba.
A sus 22 años, la atleta de Nairobi se esforzó lo suyo y llegó cansada. Un masaje revitalizante le devolvió la sonrisa. Con un atractivo peinado afro y ningún gramo de grasa firmaba autógrafos junto al podio mientras se reconocía encantada con su marca. Pese a que fue cuarta en las exigentes pruebas de 10.000 metros de su país, Kerubo prefiere el medio maratón. Ayer, esta atleta instalada en Valencia aventajó a Madeleine Mackie Scott en ocho minutos. A sus 47 años, la escocesa terminó segunda en la general y primera en veteranos. Profesora de inglés en Colindres vivió una cuarta participación de ensueño. La catalana, afincada en Nafarroa, Cristina Arbués completó el podio y como la escocesa tampoco se lo creía.
En silla de ruedas, Julien Casogi debutó con un triunfo aplastante en medio de lo que definió como «un ambiente simpático». El esperado duelo entre el ganador francés y el catalán Roger Puigbo se evaporó a las primeras de cambio. El de Vic, vencedor en las últimas tres ediciones repitió el segundo puesto del 2003 tras dos semanas intensas. Hace 15 días quedaba tercero en Japón y el pasado domingo séptimo en el maratón de Nueva York.
Las temidas obras de Gaintxurizketa no representaron ningún obstáculo aunque la colaboración de los ciclistas, que les avisan de los baches, fue decisiba a la hora de evitar caídas. Así lo agradeció Iñaki Castañeda en su última participación. Con casi 56 años volvió a ser el primer vasco en su despedida. Pese a quedar a cinco minutos de su mejor marca el vizcaino, séptimo, terminó encantado. Ahora abandona el atletismo para preparar un ironman.
De los casi 14.700 inscritos, ayer se presentaron en Behobia 12.784 para protagonizar una salida que duró 17 minutos. De ellos, 12.719 consiguieron sortear la meta del Boulevard. Esto significaría que más de dos mil personas no comparecieron. Enrique Cifuentes, presidente del C.D. Fortuna, explicaba que «hasta el 10% se entiende como normal. Además, hasta el 20 de setiembre los participantes podían devolver los dorsales, aunque según estas cifras muchos no lo han hecho».
El primero en cruzar la meta fue un zamorano de 11 años, tras imponerse en la primera Behobia txiki. El alevín se llama Javier Zanfaño y recaló en Donostia porque su madre, su tío y su primo participaron en la prueba grande. La elgoibartarra Lorea Santiago, luciendo una camiseta del club Mintxeta, fue la campeona femenina antes de dar paso a los infantiles con triunfos para Xabier López y Olatz Flores.
El amplio dispositivo desplegado por Cruz Roja atendió a 70 personas, diez más que el año pasado, cinco de las cuáles fueron evacuadas a centros hospitalarios según informaron desde la organización de la carrera.
Los voluntarios de Ayuda en Acción confirmaron el éxito de una iniciativa cuyos fondos serán destinados a un programa contra la violencia familiar a las mujeres en Perú. Casi todos los participantes colaboraron y «además con amabilidad».
La carrera dio para varias reivindicaciones, además de las habituales de amnistia, los maestros protestaron con pancarta, imaginación y globos por la reducción de horas de gimnasia en la enseñanza y los diabéticos, que ellos también corren.