IBILIZ IBILI | Josu GRANJA
Zalama rodeando el circo norte
A pesar de ser la tercera altura de Bizkaia (1.336 m), Zalama esconde mucho su auténtica talla. Hacia el Sur, por donde asciende su ruta normal desde San Pelayo, ofrece una silueta suave y alomada. Hacia el Norte, en cambio, cobra un aspecto de gran montaña. Buscaremos el ascenso por esta desconocida vertiente, por la que nadie sube debido a lo lejano del acceso y al desnivel, el mayor con el que se puede conquistar esta cima. Una ruta, sin duda, de las más bellas que se pueden realizar en Bizkaia.
En los confines de Bizkaia
Iniciamos la andadura desde la pequeña ermita de la Ascensión, en el barrio cántabro de El Prado (570 m). Seguiremos la pista de tierra que, bajo el minúsculo cementerio, se encamina al Sureste. Sin apenas desnivel, va faldeando la montaña, cruza dos pequeños regatos y después del tercero se bifurca (610 m 0,15 h). El ramal de la derecha asciende, pero tomaremos el de la izquierda, que en 5 minutos más nos deja ante el encajado río Calera. Un sendero de ganado nos permite descender con cuidado hasta vadear el cauce (570 m 0,20 h). En la otra margen, ascendemos hasta ganar un rellano verde en el lomo que baja de la montaña. Es la base de nuestra ruta. Se trata de un cordal accesorio que se desprende casi desde la cima del Zalama. Por él salvaremos directamente todo el desnivel. Es una especie de espolón o contrafuerte que enmarca por el Este el gran circo norte. En este profundo embudo natural convergen los canales de la vertiente, precipitándose en varias cascadas que dan lugar al río Calera.
Un fuerte repecho entre hierbas altas y argomas nos hace salvar varias gradas, hasta llegar a la base de la más alta, con unas vetas de arenisca rojiza que le dan nombre (Peñarrubia). Bordeando hacia la derecha ganamos la espalda de esta pequeña cota (752 m 0,45 h). Luego ascenderemos entre los dos cortes siguientes y proseguiremos más tendido, atravesando un hermoso robledal en el que se aprecia un sendero. Poco a poco van apareciendo las hayas. Hacia nuestra derecha no perderemos de vista el gran vacío del circo norte, con las cascadas sonando en su fondo, y nos fijaremos en el cordal que lo encierra por la otra margen (Oeste), que utilizaremos en el regreso. Otra dura cuesta nos hace ganar altura más rápidamente, culminada por el tramo más enriscado. Lo mejor es evitarlo por la izquierda, aunque se puede seguir el filo, con precaución (paso de II expuesto). Al final, salimos a terreno despejado (1.060 m 1,45 h) en la zona conocida como Ezpeleta, enlazando con amplísimos pastos y brezales de altura hacia el cordal principal de Ordunte. Sin problemas, llegaremos a la cumbre de Zalama (1.336 m 2,20h), con enormes vistas hacia los valles de Mena y Carranza, las montañas de Soba y el Cantábrico al fondo.
Seguiremos hacia el Oeste, pasando por el Mojón de Zalama, que es el punto de encuentro de Bizkaia, Cantabria y Burgos, y enfilando luego al Norte. Se trata de seguir el cordal que rodea por este lado el circo norte del Zalama, no hay apenas senderos pero el terreno es despejado y sin niebla no ofrece problemas. Cuando veamos de nuevo, hundido en el valle, el núcleo de El Prado, bajaremos las sucesivas gradas con cuidado. Hay que evitar el descenso por el inclinado bosque que cae del cordal hacia la derecha, ya que presenta lugares de extrema pendiente. Daremos con la pista (670 m 3,45 h) que nos lleva en una revuelta a la bifurcación por la que hemos pasado en la subida, cerca del vado del Calera. Desde aquí sólo nos queda desandar el camino hasta la ermita (570 m 4 h).