Raimundo Fitero
Todo terreno
Puede lograr alguna credibilidad un presentador que se ha hecho famoso chapoteando en todas las basuras del corazón, del salchichón y de los patés viscerales si se coloca al frente de un programa supuestamente dedicado a la tertulia política? La respuesta teórica es sí. Existen seres humanos dedicados a la comunicación que son capaces de cumplir su labor en todos los terrenos. Algunos ejemplos nos confirman esta teórica respuesta en positivo, pero en la práctica, y en algunos segmentos de las parrillas, la propia fama, se convierte en un estigma, en algo que permanece durante mucho tiempo como identificación.
¿Y no es posible cambiar este designio? Claro, es posible, pero requiere de muchos factores, y el caso de Santiago Acosta, en Antena 3 con su «Confidencial SA», es uno de esos supuestos en donde la previa, la aportación histórica, sigue pesando demasiado, entre otras cosas porque la actitud del presentador ante las cámaras es inmutable, tanto ahora como antes, es decir, no ha cambiado de estilo, o dicho de otro modo, sigue siendo igual de soso, de parado, se supone que con la intención de transmitir una neutralidad imposible de sustanciarse. Por decirlo claro: sigue siendo más el de «Salsa Rosa», que ninguna otra de sus funciones televisivas anteriores o posteriores. Y eso marca. No se puede saltar de un lugar a otro sin dejarse las costuras en el salto.
Pero es que además la oferta de este programa no tiene excesivo futuro. La cadena de Planeta anda muy mal, perdiendo cotización en Bolsa, y con una bajada de audiencia muy marcada, por lo que no hacen nada más que buscar soluciones desesperadas, y han convertido la noche en una retahíla de programas clónicos de sus competidores, por lo que han optado por la vía más difícil para recuperar su espacio. Lo que parece claro es que han entrado directamente en la campaña electoral y dan cancha, de manera descarada, a las ofertas más reaccionarias, intentando siempre compensar la supuesta tendencia de TVE, mientras Tele 5 anda ahí acaparando audiencias diversas, las autonómicas sirviendo a su señor, y las pares, es decir Cuatro y La Sexta, buscando un lugar al sol.