La dimisión de Franz Müntefering se produjo de forma repentina e inesperada. Desde la mañana, los medios alemanes informaron de la decisión tomada por el ex presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). El ministro de Trabajo y vicecanciller adujo razones personales. En concreto se refirió a la enfermedad de su esposa, que le ha obligado a elegir entre el trabajo político en el Gobierno de la canciller Angela Merkel y estar al lado de su mujer, convaleciente de una operación de cáncer. «Es exclusivamente este motivo privado», dijo Müntefering ante los periodistas.

Su socio de coalición, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) lamentó la dimisión y alabó su trabajo como ministro de Trabajo y vicecanciller.

Müntefering añadió que dejaría los cargos el 21 de noviembre. El Ministerio de Trabajo lo va a dirigir en adelante el secretario del grupo parlamentario del SPD, Olaf Scholz. El cargo de vicecanciller va a caer en manos del ministro de Asuntos Exterios Frank-Walter Steinmeier, otro socialdemócrata en el gabinete de Merkel.

No es un cargo propio

Por tradición, la tarea del vicecanciller, que no constituye un cargo propio, le toca siempre al socio minoritario de una coalición y lo puede ejerce cualquier ministro.

Hasta 2005, el Estado alemán lo tenía vinculado con el Ministerio de Asuntos Exteriores. Con la llegada de Merkel al poder, la CDU quería dar a su presidente mucho más margen de maniobra en materia de política exterior para que ganase protagonismo y por eso le vino muy bien que el SPD designase a Müntefering y no a Steinmeier como vicecanciller.

Si los socialdemócratas vuelven a la vieja tradición es porque buscan el protagonismo de Steinmeier en las elecciones generales previstas para 2009. Por lo tanto, su nombramiento es otra jugada más que permite al SPD diferenciarse de su socio de coalición.

Tras una reunión maratoniana, el lunes por la noche los socios de coalición se separaron muy enojados porque no se han puesto de acuerdo sobre el salario mínimo para los carteros. Con este tema el presidente del SPD, Kurt Beck, querrá ganar las elecciones del 2009.

Sin embargo, los medios alemanes opinan que el propio Beck no cree demasiado en la victoria, porque no ha dejado la presidencia del land Renania del Palatinado para ocupar los puestos que ha dejado Müntefering. Por eso, es posible que en algunos meses su vicecanciller Steinmeier ocupe también la presidencia del SPD.