REBELIÓN | David Segarra 2007/11/12
América ya no calla
América Latina ha visto al rey español intentar acallar a un presidente de la región. Y en Caracas, Buenos Aires y Brasilia, hoy en día, las cosas se ven muy diferentes a como se ven en Madrid, Paris y Washington. Haciendo una rápida comparativa se puede detectar como la mayoría de los medios españoles se debate sobre la mala educación y las formas y se condena a Chávez de manera automática. Mientras, en los medios latinoamericanos hay una pluralidad de opiniones, pero coinciden en considerar un acto de una prepotencia intolerable el que un monarca trate de hacer callar a un presidente electo. El fondo de todo es que la nueva América se siente fuerte y autónoma y se siente capaz de hablarle de tú a tú a las potencias y antiguas metrópolis. Hace falta entender que aquí se percibe la monarquía como un símbolo del pasado genocidio indígena y la esclavitud, así como del reciente hundimiento de las economías argentina, nicaragüense y boliviana. Conociendo la historia de España en América, al rey le hacía falta haberse quedado callado. Esto se denomina diplomacia y educación.
Zapatero dijo que hace falta respetar los presidentes democráticos pese a las diferencias políticas. Y tiene razón ¿Pero para Venezuela es democrático Aznar que trató de instaurar una dictadura estilo Pinochet? Y además ¿Porqué el presidente de España está obligado a defender la guerra sucia de los anteriores gobiernos? Porque, no lo olvidemos, el presidente conoce perfectamente que el ex-presidente y su gobierno participaron en el Golpe de Estado en Venezuela en el 2002.
Y lo sabe porque precisamente fue su ministro de exteriores Moratinos quien dio las pruebas a la Comisión de Exteriores del parlamento español. (...)
Para entender lo que está pasando, es importante que no nos engañemos: no es Venezuela quien está aislada en América, sino la política norteamericana y europea. La oleada de gobiernos nacionalistas y progresistas ya es mayoría al continente y va desde Brasil a Ecuador, de Bolivia a Nicaragua y llega hasta Argentina y Venezuela. La crítica contra las políticas neoliberales de Estados Unidos, Europa y el Banco Mundial es la posición común. En este contexto, el rey, que no es precisamente un experto en geopolítica, no ha entendido que los indios, los negros y sudacas ya controlan su petróleo, gas y agua y están fabricando satélites, ordenadores y teléfonos móviles. (...)