Nos han pasado por todas las cadenas, noticiarios y programas varios las imágenes de una exposición que se ha realizado a partir de cadáveres que posteriormente han sido fruto de un proceso de plastificado. Se trata de la obra del anatomista estadounidense de la Universidad de Michigan Roy Glover que se muestra en el Museo Marítimo de Barcelona bajo el título de «Los mundos del cuerpo». Hay algunas que son realmente impactantes, se trata de enfrentarse a lo que somos más allá de los credos, las filosofías, los maquillajes y los forenses. Restos de cuerpos humanos que nos enseñan en qué nos convertimos cuando pasamos a ser un esquela mecánica, y siempre y cuando no se haya decidido volver por la vía rápida a convertirse en polvo, en cenizas.

Hemos escuchado en alguna previa de esta noticia una duda: ¿es esto arte? Desde luego es una buena lección de anatomía, y por lo visto por televisión es algo que causa efectos inmediatos en quienes la visitan. Tanto para bien, como para sentirse absolutamente mal, con testimonios de quienes no han aguantado y han salido escopeteados de la exposición. Vista algunas de las piezas mientras se está en la mesa, puede provocar náuseas, por lo que estamos ante algo que si no es arte, es un espectáculo, excede bastante a lo que sería una simple muestra de cuerpos inertes, y seguramente la misma manipulación plástica, aunque el material sea orgánico, sea suficiente para considerar una manipulación para darle otro significado, es decir para hacer de un cuerpo, una obra que dialogue con quien la mira.

Por otro lado esta plastificación nos puede situar en una parodia, en una extravagancia, al comprobar cómo hay caras de famosos y famosas que ya están plastificados, que existen cuerpos que son pura silicona y prótesis. ¿Cómo quedaron en el día después? Algunos de los personajes que pueblan algunos platós pueden considerar que son una obra de arte con piernas al estar tan plastificados, pero para la posteridad, incluso tendrán problemas para su entierro, ¿en el contendedor de lo orgánico o de los plásticos? De seguir así las incineradoras mortuorias serán demasiado contaminantes.