Propuesta para un marco democrático
La izquierda abertzale sitúa su Propuesta en el centro del debate
La izquierda abertzale se ha marcado un reto de cara a los próximos meses: profundizar, «por encima de todas las trabas», en la difusión de la Propuesta para un Marco Democrático. Y lo hace partiendo de la convicción de que se trata de un «intrumento válido» para aunar fuerzas en favor de Euskal Herria, resolver el conflicto, hacer viables todos los proyectos políticos y abrir las puertas de la independencia para este país.
Mikel JAUREGI | DONOSTIA
En una masiva comparecencia en Donostia, donde históricos militantes y dirigentes independentistas compartieron plano con rostros no tan conocidos, Pernando Barrena y Marije Fullaondo se encargaron de recordar los contenidos de esta Propuesta para un Marco Democrá- tico que creen clave de cara a materializar el cambio político que supere la actual situación de «negación y división que vive Euskal Herria a manos de los estados español y francés».
«Es la oferta que realiza la izquierda abertzale al conjunto de Euskal Herria, y queremos que la haga suya. Actuaremos con todas nuestras fuerzas para que, en adelante, llegue a todos los lugares. Por tanto, en los próximos meses la izquierda abertzale pondrá en marcha una iniciativa para hacer llegar la Pro- puesta a toda Euskal Herria. Barrio a barrio, pueblo a pueblo, para dar primero a conocer su contenido a toda la ciudadanía vasca, y para después aunar fuerzas y conformar una verdadera ofensiva popular», apuntó Fullaondo en la rueda de prensa, que congregó a un importante número de medios.
La dirigente abertzale también dirigió un doble mensaje a «todos los abertzales y demócratas» del país: «En primer lugar, que nos reafirmamos en el compromiso de seguir trabajando por los derechos de este pueblo. Y en segundo término, que continuaremos actuando en favor de nuestro proyecto político, la independencia y el socialismo. Pese a todas las agresio- nes y todos los obstáculos, no daremos ni un paso atrás en la búsqueda de esos objetivos».
Agregó que «jugaremos a la ofensiva con todas nuestras fuerzas, y acudiremos a todos los agentes de este pueblo. Tenemos entre manos una propuesta hecha desde el pueblo y para el pueblo, y no van a conseguir callarnos. Intentarán desvirtuar y acallar nuestra Propuesta, que ya es la del pueblo, pero con el compromiso, el trabajo y la lucha de los ciudadanos lograremos superar todos los muros. La Propuesta estará cada vez más presente en la calle, en los lugares de trabajo, en las escuelas, en las universidades...».
De hecho, sentenció que «todos los ataques a los derechos de Euskal Herria no harán más que acentuar su validez. Se encontrarán con una ola imparable en favor de la Propuesta».
La jugada de PSOE y PNV
Durante su alocución, Fullaondo remarcó que «la fuerza» de la Propuesta reside en el hecho de que «responde a lo que demanda el pueblo» y aseguró que, ante todo, Euskal Herria la necesita «porque el Gobierno español sólo nos ofrece represión y la imposición de una Constitución que tiene por finalidad cerrar las puertas a la independencia».
Pero la izquierda independentista es de la opinión de que el PSOE cuenta con el respaldo del PNV en esa estrategia: «Se ha visto [el partido jelkide] obligado a moverse porque la necesidad de cambio político está más arraigada que nunca en la sociedad vasca, pero su apuesta se limita al actual marco autonómico regionalista, envuelto en un discurso seudosoberanista cuyo fin no es otro que renovar con el Estado un pacto que le posibilite mantener la cuota de poder actual para proteger su afán de negocio. A cambio, ofrece al Estado un acuerdo que cierre las puertas a la independencia, de forma que, con el límite de la Constitución, se opta por el mantenimiento de la división territorial. Ésa es la oferta del PNV, y su objetivo. No más».
«Por eso necesitamos la Propuesta para un Marco Democrático -prosiguió-, para hacer frente a esa operación política en la que, al igual que hace 30 años, confluyen los intereses de PSOE y PNV; para hacer frente al fraude que quieren imponer». Y precisó que cuando la izquierda abertzale habla de fraude se está refiriendo a las «seudosoluciones» basadas en un marco que «ni reconocerá ni respetará los derechos que corresponden a este pueblo».
También señaló que la Propuesta es imprescindible para hacer llegar al Estado francés «la exigencia de respeto y reconocimiento» de Euskal Herria, porque en la actualidad no hace sino «despreciar» al país.
Patrimonio del pueblo
¿Cómo se construye ese marco democrático? Pernando Barrena, en su intervención, vino a responder a esa pregunta. «Estamos convencidos de que la transición debe realizarse partiendo de la realidad jurídico-institucional actual; una transición pactada entre los agentes del país», afirmó.
En ese punto, trajo a colación la «propuesta concreta» que plantea la izquierda independentista «teniendo en cuenta que Euskal Herria está dividida por dos estados».
Por un lado, un estatuto de autonomía para Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa cimentado en el derecho a decidir de sus ciudadanos y en el debido respeto a mantener en la relación entre los territorios, «dejando a un lado esquemas trasnochados como la anexión, la integración y la división». Una vez acordado entre los agentes ese marco para los cuatro herrialdes, la puesta en marcha de ese nuevo espacio requeriría «la adhesión ma- yoritaria de los ciudadanos tanto de la Comunidad Autónoma Vasca como de Navarra».
Y en segundo lugar, autonomía para Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, también sustentada en el derecho de deci- sión de sus habitantes.
El político de Berriozar, además, recordó que la Propuesta recoge «el derecho de Euskal Herria a construir sus instituciones nacionales en esa vía transitoria».
«Éste es el camino que plantea la izquierda abertzale. Realista, viable y de gran vigencia en el contexto actual», añadió, al tiempo que incidió en que «no es una propuesta nuestra, sino que se encuentra en el patrimonio de este pueblo y de su lucha. Podemos encontrar vestigios de la misma en el Estatuto de Lizarra de 1931, en las negociaciones de Xiberta, en la propuesta Eraikitzen del movimiento abertzale de Ipar Euskal Herria, en posiciones históricas mantenidas por el PNV y el PSOE... Son contenidos que se han defendido y por los que se ha luchado cada vez que han llegado tiempos de cambio a este país, siempre con el objetivo de superar definitivamente la negación y la división».
Dos palabras que, según denunció, definen a la perfección los últimos 30 años y también el presente. Sin olvidarse de la represión, «ya que han convertido el aniquilamiento de la izquierda abertzale en un ejercicio `democrático' preferencial. Pero el objetivo no es la izquierda abertzale en sí, sino el proyecto político que representa».
No obstante, advirtió que no es momento para mirar atrás, «ya que la Propuesta para un Marco Democrático es un instrumento de futuro» para «hacer viable el cambio sobre planteamientos escrupulosamente democráticos».
Válido para...
Un instrumento que, según apuntó con posterioridad Fullaondo, es totalmente válido para «aunar fuerzas en favor de Euskal Herria, ya que surge del propio pueblo y confluye con el deseo de la mayoría» de los vascos. Pero también para superar definitivamente el conflicto político y armado que sufre Euskal Herria, «porque recoge las claves para su resolución democrática: reconocimiento de Euskal Herria, derecho de decisión y territorialidad».
La dirigente abertzale destacó su importancia porque «ante aquellos que nos ofrecen negación y división, hace viables todos los proyectos políticos». En ese sentido, aseguró que oferta a «los hombres y las mujeres independentistas la posibilidad de ver libre a nuestro pueblo. Y, obviamente, la opción de que podamos conocer la realidad de un Estado Vasco junto al resto de pueblos de Europa».
La multitudinaria rueda de prensa sirvió para que la izquierda independentista recordara una vez más «qué es un marco democrático». Lo hizo por boca de Pernando Barrena: «El marco que reconocerá a Euskal Herria; que reconocerá que el nuestro es un pueblo compuesto por siete herrialdes, una nación, sujeto de derechos. El marco que tendrá por cimientos los derechos de Euskal Herria. Los de territorialidad y de autodeterminación. Para tener sus propias instituciones y, de paso, poder decidir sobre su vida cultural, económica, social o lingüística. El marco que devolverá a la palabra al pueblo; el que dará la capacidad de decidir sobre el futuro de Euskal Herria a todos los vascos, articulando para ello el sujeto que supere el actual marco jurídico-político y la división. El marco que hará posible materializar todos los proyectos, el que abrirá las puertas a la independencia».
M. J.