Los albano-kosovares votan con un ojo puesto en la «inminente independencia»
El frío glaciar con el que amaneció ayer Kosovo se alió con la creciente frustración por la crítica situación económica y el incumplimiento de sus promesas por parte de la comunidad internacional. Ello no impidió la afluencia constante de electores a las urnas.
GARA |
El flujo constante de electores albano-kosovares a los colegios electorales de la capital, Pristina, cubierta de nieve, desafió al frío glaciar, tanto meteorológico como diplomático, que recibió a la jornada de las elecciones legislativas y municipales.
«A quién haya votado no es lo importante. He votado por la independencia. Es el sentimiento de todos los kosovares. El nuevo parlamento, sea cuál sea, trabajará para la independencia», declaró a la salida del colegio Nerxhivane Dauti, profesor en paro de 32 años. «Votar es nuestro deber de ciudadanos», señalaba a su lafo Dilshat Bytugi, de 68 años, quien hacía cola a la puerta del colegio.
Selatin Rrahmani, miembro de la comisión electoral local, verificaba con la ayuda de una lámpara especial la posible presencia de trazos de tinta en el dedo del siguiente elector para asegurarse que no había votado anteriormente. Sonriente, preveía una importante participación. Y eso que el termómetro no subió de cero grados en todo el día y a que Pristina aparecía cubierta por la nieve.
Más aún teniendo en cuenta el llamamiento al boicot por parte de Belgrado a los 100.000 serbios que resisten como minoría en el territorio. Tanto los serbios como el resto de minorías tienen reservados 20 de los 120 escaños del Parlamento.
Ejemplo de la diáspora
«Al principio no pensaba votar, pero un amigo ha venido expresamente desde Suiza para hacerlo y me ha convencido de que cumpliera en las urnas», aseguraba Mehmet Pantina, que regenta un restaurante albanés.
En el hall de entrada a un colegio electoral, Hashim Taci, ex líder político de la guerrilla UÇK, saludó al llegar calurosamente a los electores.
«Yo le he dicho: salud y felicidades», aseguró el abogado Eshtref Misini. «Estoy convencido de que va a ganar», añadía.
«Con este voto cumplimos los requisitos necesarios para que la cuestión del estatus de Kosovo sea resuelta», recordó por su parte Muhamet Ademaj, de profesión médico, para añadir que los albano-kosovares han puesto grandes esperanzas en el futuro gobierno.
«Estas elecciones pueden ser nuestra última oportunidad para la democracia. Si los elegidos no satisfacen estas demandas los echaremos», advierte, haciéndose eco de la frustración que comparten muchos de sus compatriotas por su situación económica extremadamente precaria. «No podemos esperar más. La gente no tiene nada que comer», añade.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) saludó la organización y la normalidad de unos comicios «que acercan Kosovo a los estándares europeos».
Aunque los primeros datos oficiales no se esperan hasta mañana o el martes, un recuento extraoficial divulgado por observadores internacionales dio la victoria a Hashim Thai, ex dirigente del UK.