La Policía turca dispersó a tiros una manifestación convocada por el principal partido de Kurdistán Norte, el DTP, hiriendo a varias personas y deteniendo a una decena.

Miles de personas salieron a las calles de la ciudad de Van desafiando la apertura de un procredimiento de ilegalización de la formación la víspera por la Fiscalía turca.

Los policías utilizaron fuego real, a lo que los manifestantes, que corearon gritos a favor del líder de la guerrilla del PKK, Abdullah Ocalan, respondieron lanzando piedras.

Discrepancias en Ankara

Coincidiendo con el anuncio de la Fiscalía, el Gobierno turco, en manos del islamista AKP, salió al paso de la petición del panturco MHP para levantar la inmunidad parlamentaria de la veintena de diputados kurdos elegidos democráticamente para poder juzgarlos.

«Debemos apoyar su politización. Dejemos que se adapten al orden constitucional. Si los dejas fuera del Parlamento, los estarás enviando a las montañas», advirtió el primer ministro, Recep Tayip Erdogan, saliendo al paso de estos planes.

El ministro de Justicia y miembro del AKP, Mehmed Ali Sahin, se desmarcó de la iniciativa de su ilegalización. «Estamos debatiendo una nueva Constitución que será más democrática y libre. Turquía debería dejar atrás esa imagen de cementerio de partidos políticos».