El Tau sigue imparable
El Baskonia le quita las ganas de volver en febrero
Desde su mucha mayor solidez, el equipo gasteiztarra aplasta a un Unicaja Málaga cuya ramplona apuesta por llevar el partido a guarismos bajos les aguantó sólo hasta hasta el descanso
TAU BASKONIA 84
UNICAJA MÁLAGA 62
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
A pesar de que queda mucho y el margen de mejora es enorme, el Baskonia le quitó ayer las ganas de volver a Zurbano para la Copa en febrero, algo que los de Scariolo, al margen de la pobre imagen ofrecida, tienen muy complicado tras otra derrota. Aunque a nivel de calidad individual la diferencia no es tanta, la consistencia y la solidez de Baskonia está a años luz de la del equipo malagueño y, en cuanto pudo meter la directa, pasó por encima de un Unicaja que se quedó sin respuesta.
Pese a los problemas, el Baskonia sigue demostrando que comienza sus reconstrucciones con cimientos muy sólidos y volvió a pasar otro duro test con el gran resultado de que el bloque que se está formando tiene una fortaleza envidiable. No se le cayeron los anillos cuando hubo que fajarse en el juego marrón que propuso el Unicaja y demostró una capacidad de romper al rival cuando dio con el momento adecuado.
Como ante Montepaschi Siena en Euroliga, los equipos comenzaron fríos y los errores y las pérdidas marcaron un inicio en el que el Baskonia falló cinco ataques antes de lograr sus primeros puntos desde la línea de tiros libres. Sabedor de la superioridad física del rival, Scariolo quiso que ayer no se corriera y pese a que lo consiguió en el primer parcial, el equipo local cogió pronto el mando en el marcador y no lo soltó.
Amparado en un poder reboteador que ha pasado de debe a factor desequilibrante, los de Spahija demostraron muchas más vías de anotación que un Unicaja en el que sólo Ndong aguantaba el tirón. Vidal fue el único que acertó desde fuera, lo que impidió que el Tau abriera una brecha definitiva, mientras los andaluces aguantaban gracias a la potencia del pívot africano, muy poco secundado de dos jugadores que deben ser mucho más determinantes como Santiago y Haislip. Su tercera falta personal al borde del descanso fue el punto de inflexión que produjo el despegue.
Como en otros tantos partidos, el tercer cuarto fue el definitivo. Rakocevic volvió a demostrar que el malagueño es un equipo que se le da especialmente bien y comenzó a meter todo lo que no se había conseguido anotar en la primera parte, lo que dio pie a un parcial de 31-11 letal. La falta de recursos visitantes era tal que ni el hecho de que los dos postes baskonistas sumaran cuatro faltas supuso un problema.
Spahija lo solucionó con una zona y el último cuarto sirvió para que Jasaitis tuviera minutos y Unicaja maquillara algo su triste derrota.
Pese a que el Baskonia se ha quitado de encima a dos rivales de la entidad de Siena y Unicaja con aparente facilidad, Neven Spahija no quiere ninguna euforia en el equipo y recordó que tienen varios aspectos por mejorar. «Como entrenador tengo que decir que podemos mejorar en algunas facetas y vamos a aseguir trabajando. No quiero ningún tipo de euforia por estas victorias», declaró.
De todos modos, en su primer balance reconoció que, «estoy muy orgulloso de mi equipo. Tuvimos dos oponentes muy duros en tres días y ganamos sin ningún problema. Málaga es un gran equipo, tiene gran calidad pero ya dije antes del partido que en este momento no está capacitado para aguantarnos 40 minutos. Pusimos un ritmo fuerte y decidimos en el tercer cuarto, quizá los últimos minutos no estuvieron a esa altura, pero no podemos estar siempre al 100%», señaló.
Spahija se congratuló de lo serio que el equipo ha trabajado pese a los problemas de lesiones y preguntado por el estado de Linton Johnson -hizo la rueda de calentamiento pero no jugó- dijo que prefirió no arriesgar.
J.O.