iñaki Astiz, el primer futbolista vasco que se curte en el frío polaco
De todos los jugadores rojillos cedidos, Iñaki Astiz es el que más kilómetros ha recorrido con la idea clara de acumular experiencia y demostrarle a Osasuna que puede tener un hueco en la primera plantilla. De momento, el Legia ya se lo ha hecho en el eje de su defensa.
Natxo MATXIN
Todavía no ha llegado el crudo invierno a la gélida Varsovia, pero los primeros copos ya han caído en los campos de entrenamiento del Legia. Fuera, el mercurio oscila alrededor de la línea de los cero grados y la llamada telefónica de GARA pilla a Iñaki Astiz repasando los apuntes de su segunda clase -recibirá tres semanales de hora y media- de polaco, todo un reto lingüístico del que «se entiende más de lo que se puede hablar y con unas pronunciaciones muy difíciles», explica el esforzado estudiante.
Este zizurtarra de 24 años no se lo pensó dos veces cuando a mediados de junio del año pasado recibió una propuesta del hasta entonces miembro del cuerpo técnico rojillo y recién nombrado entrenador del Legia, Jan Urban, para enrolarse en las filas de la escuadra polaca. La alternativa que le estaba buscando Osasuna tenía como destino un Segunda, pero Astiz vio una «buena oportunidad» en recalar en uno de los equipos punteros del país centroeuropeo.
«La familia y los amigos me animaron mucho para que tomara esta decisión», relata el futbolista, en cuya determinación influyó notablemente el hecho de que uno de sus mentores en el Promesas se hubiera hecho con las riendas del conjunto de Varsovia. «Urban sabía lo que podía darle y lo que podía esperar de mí, ya que me había entrenado con anterioridad durante dos campañas», describe el zizurtarra, lo que le ha llevado a ser prácticamente un fijo en las alineaciones.
Hasta en doce ocasiones de los catorce partidos que se llevan disputados en la Ekstraklasa, denominación de la liga polaca, se ha escuchado por megafonía «Iñaki Astiz Osasuna Pamplona», que es como lo denominan a la hora de anunciar su participación en el equipo titular. Incluso se ha permitido el lujo de anotar un gol de cabeza a saque de corner.
Su rápida aclimatación a las costumbres y juego del Legia han influido de manera notable en su éxito. «No me ha resultado nada duro irme a otro país y empezar con otro equipo. Apenas fiché a finales de junio ya estaba de concentración con mis nuevos compañeros, a los que fui conociendo poco a poco, ya que lograba entenderme con ellos con un poco de inglés. Me acogieron muy bien en los entrenamientos y todo ha sido como bastante familiar», recuerda sobre sus inicios.
La gastronomía y los horarios de las comidas es, quizás, lo que más complicado se le ha hecho. «Aquí no existe mucha costumbre de condimentar las ensaladas, por ejemplo, y las tengo que aliñar a mi gusto. Además, se come muy temprano, sobre las doce del mediodía, y con la cena ocurre algo parecido, ya que se realiza sobre las siete de la tarde, pero poco a poco te vas haciendo.
Terceros en liga
No todo está siendo un camino de rosas para Astiz. Su equipo se halla inmerso ahora en una pequeña crisis de la que esperan salir cuanto antes. Cuatro derrotas prácticamente consecutivas han traído consigo que el Legia haya descendido a la tercera plaza, desluciendo un tanto su fulgurante comienzo liguero en el que encadenaron hasta ocho victorias consecutivas. Los de Varsovia se encuentran ahora mismo a diez puntos del líder, el Wisla Cracovia, con el que perdieron recientemente en su campo por 1-0.
Aunque por los cuatro costados destila gratitud hacia la oportunidad y trato que está recibiendo en Polonia, Astiz no puede ocultar su deseo de regresar a Nafarroa «siempre y cuando tenga un hueco allí». Tiene contrato con Osasuna hasta junio de 2009 -el Legia puede activar una cláusula de tres millones de euros para quedarse con sus servicios- y miembros del cuerpo técnico rojillo mantienen contacto constante con él. «Se interesan periódicamente por mi situación aquí y me felicitaron cuando metí el gol», reconoce el jugador. Osasuna tiene que emprender la renovación de su zaga y no sería nada descabellado que Astiz formara parte de ella en un futuro no muy lejano.
Prefiere no considerarse como tal, pero la realidad es que Astiz, o «Indiaki», que era como le denominaban al principio al no pronunciar correctamente su nombre de pila, ya es un ídolo entre la hinchada del que fuera el antiguo club del ejército polaco.
Él reconoce, al menos, que la gente «me ha acogido muy bien y parece que están contentos con mi rendimiento. Te dan enhorabuenas y te agrada que esto sea así», explica con modestia.
Esa popularidad se traduce en agradecimiento por parte del jugador, quien no descarta, en caso de que en Osasuna no tenga un hueco, prolongar su trayectoria deportiva en Polonia, cuya liga suele ser un trampolín hacia otros campeonatos de mayor renombre, como es el caso de la Bundesliga.
El caso del zizurtarra incluso puede ser un precedente para otros futbolistas. «Una vez que se abre el camino es más fácil que vengan más jugadores por aquí. Es verdad que me decidí por Urban, pero sé de muchos compañeros que se la jugarían yéndose uno o dos años fuera».