Con la lectura del la declaración de Riad se clausuró ayer en la capital saudí la III Cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), marcada por los precios del crudo en los umbrales de los cien dólares el barril y un fuerte debilitamiento del dólar. Sin embargo, este último aspecto fue ignorado por la declaración.

El documento aprobado destaca especialmente la importancia de lograr la estabilidad del mercado mundial de crudo, «no sólo para la conservación de los recursos, sino también para nuestro desarrollo económico y social». «Continuaremos proveyendo suministros de petróleo adecuados, en tiempo, económicos y fiables a los mercados mundiales» señalaron en la declaración los países productores, como una de las prioridades para estabilizar los mercados, pero también pidieron los gobiernos de los países consumidores que adopten «políticas comerciales transparentes, no discriminatorias y predecibles».

Sin mención al dólar

Sin embargo, el comunicado eludió referirse a la pérdida de valor del dólar y a la posibilidad de fijar los precios del petróleo en otras divisas en los mercados mundiales, como proponían algunos miembros de la organización. Aun así, la OPEP estudiará «los medios para reforzar la cooperación financiera» entre los países miembros.

Venezuela e Irán lideraban el grupo que quería incluir una mención sobre la depreciación del billete verde. Pero Arabia Saudí, aliado de EEUU, se impuso finalmente con su rechazo y aseguró que «podría tener consecuencias negativas para nuestros ingresos». Finalmente, serán la reunión de ministros de Finanzas y Petróleo la que analizará el impacto de la caída del dólar en sus economías.

Irán ya decidió vender su petróleo en euros, tal y como en su día hizo Irak, antes de ser invadido. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó que «la caída del dólar es la caída del imperio. Tenemos que estar preparados para eso». El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, opinó que la devaluación del dólar «es culpa de las políticas del presidente Bush, responsables de la inflación que está aumentando en otros países. El dólar estadounidense no tiene valor económico».

Aseguró que «todos los dirigentes mostraron interés en cambiar sus reservas a una moneda creíble que no sea el dólar estadounidense para que sea la base de nuestro comercio de crudo». «Cogen nuestro petróleo y nos dan un trozo de papel sin valor», afirmó, y añadió que, además de restar ingresos a los productores, convierten al petróleo en valor refugio de los especuladores, «lo que beneficia a un puñado de capitalistas muy ricos».