La presidenta suiza, Micheline Calmy-Rey, confirmó ayer en una entrevista publicada por el semanario «NZZ am Sonntag» que su país podría albergar negociaciones directas entre Irán y Estados Unidos sobre el contencioso abierto sobre el programa nuclear iraní. Calmy-Ray explicó que la neutralidad suiza la coloca en una posición privilegiada para intentar ayudar a solventar el conflicto. «Es un hecho que las grandes potencias han sido incapaces de impedir que Irán aspire al enriquecimiento de uranio», afirmó la presidenta, quien no reveló detalles concretos sobre posibles conversaciones, pero aseguró que Suiza aspira a albergar negociaciones directas y soluciones diplomáticas y advirtió del peligro de una escalada de las tensiones. «Es cuestionable que Irán vaya a alterar su programa nuclear bajo coerción», declaró.

Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, comunicó su intención de consultar con estados árabes la posibilidad de enriquecer uranio en Suiza. En la cumbre de la OPEP, Ahmadineyad afirmó que «hablaremos con nuestros amigos árabes» para que trasladen una propuesta del Consejo de Cooperación del Golfo, por el que el grupo se compromete a aportar uranio enriquecido a las plantas energéticas iraníes. El uranio sería desarrollado en «un país neutral, como por ejemplo Suiza», según el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Saud al Faisal.