Salvador Cardús 2007/11/21
Redefinir, mejor que refundar
LA VANGUARDIA
Artur Mas pronunció ayer un buen discurso político. (...) Mas se mostró no sólo como un alumno aventajado de Pujol, sino que lo superó, si no en pasión y gestualidad, inalcanzable, sí en orden y claridad argumental.
Desde el punto de vista del contenido, Mas supo establecer el marco adecuado del debate al que debe dar respuesta el catalanismo del siglo XXI. (...) Mas certificó el fin del `nacionalismo' como identificador político. ERC lo hizo ya en cuanto llegó al poder, y ahora lo ha hecho Mas. El combate nominal contra el nacionalismo parece ganado. Ya no quedan `nacionalistas' en el Parlament de Catalunya, y todos se reclaman catalanistas. No estoy seguro de que el abandono y pérdida de esta batalla retórica no tenga consecuencias mayores ni que vaya a aliviar las sospechas contra los ahora sólo catalanistas. Habrá que verlo.
Mas insistió en la idea de Catalunya como país avanzado en un mundo global, enterrando las pretensiones de regeneración de España que hasta hace pocos años habían servido para mantener las esperanzas de un regionalismo bien entendido. En cambio, sustituyó las categorías de `soberanía' e `independencia' por las de `plenitud nacional' y `derecho a decidir'. Un intento astuto para reorientar el debate político en un punto donde pueda sentirse cómodo él y buena parte de su electorado. Por decirlo de alguna manera, se abandonan unas ambigüedades incómodas y se buscan otras nuevas para mantener el margen de maniobra.
Otra cosa muy distinta es si Mas supo transmitir la convicción de que él, su partido y su coalición tenían las claves para conseguir tales propósitos. En realidad, caminos formales propuso pocos e inciertos. Ni estoy seguro de que su proyecto tenga la capacidad para ganarse simpatías fuera del partido. ¿Refundar el catalanismo? Quizás redefinirlo, que no es poco. Lástima de la exageración. (...)