crónica | sin protección laboral
A debate una iniciativa legal para prohibir el despido de gays y lesbianas en EEUU
Allí donde se vende que cualquiera puede llegar a ser presidente, gays y lesbianas pueden ser despedidos o no conseguir un empleo por su orientación sexual. La Cámara de Representantes ha aprobado un proyecto de ley para acabar con la discriminación. De momento, los transexuales se quedan fuera. bush podría vetar la inciiativa y los extremistas religiosos ya han montado en cólera.
GARA
La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los demócratas, ha aprobado un proyecto federal de la Ley de Empleo No Discriminatorio, que prohibiría la discriminación en los empleos en contra de gays, lesbianas y bisexuales.
La medida señala que sería ilegal que los patrones tomen decisiones sobre contratación, despido, promoción o pago a sus empleados basadas en su orientación sexual. Esta medida, sin embargo, no es de aplicación en las iglesias y en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, la propuesta fue aprobada por 235 votos en favor y 184 en contra, con lo que no alcanzó la mayoría de dos tercios que sería necesaria para superar un posible veto del presidente, George W. Bush.
Los activistas ahora esperan una dura batalla dentro del Senado, donde el senador demócrata por Massachusetts Edward Kennedy tiene proyectado presentar una versión similar. Se prevé que Bush vete la propuesta si logra superar ese trámite. La Casa Blanca ha lanzando mensajes cuestionando la constitucionalidad de la medida y mencionando supuestas violaciones a principios religiosos.
Los simpatizantes de la iniciativa de ley en la Cámara de Representantes la calificaron como un gran avance en la defen- sa de los derechos civiles de los gays. No obstante, organizaciones gays y lesbianas esperaban una protección más amplia. «El odio y la homofobia son sentimientos que nunca se deben de permitir en los puestos de trabajo de Estados Unidos», señaló el coordinador de la mayoría en la Cámara de Representantes, el legislador demócrata James Clyburn. La decisión de los líderes demócratas de excluir las protecciones basadas en identidad de género creó profundas divisiones en el partido y entre los activistas de los derechos de los gays.
Los republicanos, por su parte, indicaron que la iniciativa de ley socavará los derechos de las personas que se oponen a la homosexualidad por sus creencias religiosas y eso llevó a una serie de demandas por discriminación.
La aprobación del proyecto se realizó a pesar de las protestas de algunos activistas en favor de los derechos de los gays, porque la iniciativa no protege a los trabajadores transgénero. Ese término incluye a los transexuales, a los travestis y a otras personas cuya apariencia no va en concordancia con su género de nacimiento.
LOS TRANSEXUALES, FUERA
La protección para los trabajadores transgénero estaba contemplada en el proyecto de ley original. Sin embargo, los dirigentes demócratas consideraron que perderían el respaldo de los demócratas moderados y conservadores si se incluia a los empleados transgénero en la versión final de la ley.
Por ello, el representante Barney Frank, uno de los dos miembros del Congreso que ha reconocido públicamente que es gay, instó a sus colegas a no permitir que la disputa en torno a los trabajadores transgénero pusiera fin a un importante avance en la defensa de sus derechos civiles.
Frank declaró que espera que la ley envíe un mensaje a «los millones de estadounidenses que son gays y lesbianas de que no son malas personas, y que ciertamente no será legal despedirlos simplemente por ser como son» y prometió que continuará luchando para la aproba- ción de una iniciativa que proteja sus derechos.
La discriminación en el empleo basada en asuntos como la raza, el género y la religión está prohibidos en las leyes federales del Estados Unidos. Unos 19 estados y el Distrito de Columbia también cuentan con leyes que prohíben la discriminación por orientación sexual. Sin embargo, todavía en 30 de los 50 estados es legal despedir a alguien por su orientación sexual.
Además, un estudio reciente concluyó que un 16% de los homosexuales estadounidenses reconoció no haber sido aceptado en un trabajo o haber sido despedido de su empleo por esa misma razón.