Las bases fundamentales, «imprescindibles», para que Euskal Herria dé el paso hacia un nuevo escenario fueron expuestas a los medios de comunicación por Maite Aristegi, después de ser consensuadas entre los aproximadamente 150 participantes en la reunión celebrada en el Auditorio de Barañain.

La primera base para dar ese paso es el reconocimiento de Euskal Herria y de los derechos de su ciudadanía. «Todos los derechos, tanto individuales como colectivos, deben ser reconocidos en toda Euskal Herria y el nuevo escenario debe abrir oportunidades y mecanismos para garantizarlos», resumió Maite Aristegi.

La segunda base es el reconocimiento de Euskal Herria como nación, «al igual que ocurre con cualquier otra nación del mundo». A este respecto, la resolución aprobada ayer recoge que, partiendo de ese reconocimiento, «el nuevo escenario debe abrir la posibilidad de defender por vías democráticas y desarrollar en condiciones de igualdad todos los proyectos políticos».

Superar la partición impuesta

La territorialidad, el «Zazpiak bat», es la tercera base fundamental para caminar hacia ese nuevo escenario. Desde la constatación de que Euskal Herria está formada por siete territorios, la resolución aprobada ayer por el Foro de Debate Nacional ve la «necesidad de superar la partición impuesta que vivimos», al tiempo que considera «imprescindible» un escenario que abra la posibilidad de «articulación y unidad» de los siete territorios vascos.

Por último, la cuarta base en que se sustenta ese cambio es el derecho a decidir, lo que en el ámbito internacional se conoce y reconoce como derecho de autodeterminación.

En este punto, Maite Aristegi expuso con nitidez la resolución del Foro con las siguientes palabras: «Necesitamos tener reconocido el derecho a decidir nuestro futuro que como ciudadanas y ciudadanos vascos nos corresponde, y necesitamos la posibilidad y los mecanismos para poder ejercitar dicho derecho. Es obligación de los estados español y francés respetar las decisiones que en el ejercicio del derecho de autodeterminación adoptemos los y las ciudadanas vascas».

La jornada de ayer en Barañain tenía como objetivo actualizar el análisis de la situación de Euskal Herria y concretar la estrategia como nación para los próximos años.

La resolución consensuada, a la que seguirán otras tres más a lo largo del próximo mes de diciembre, se ha ido tejiendo mediante la recogida de opiniones y aportaciones de cientos de personas que se sienten partícipes de la nación vasca, incluidas las de la diáspora. Las nuevas tecnologías se han mostrado decisivas a la hora de posibilitar esta participación.

Las personas reunidas ayer en el Foro de Debate Nacional lo hicieron a título personal, desde sectores, procedencias y sensibilidades diversas, pero todas ellas asumieron el compromiso de «acumular fuerzas y activar iniciativas» entre la ciudadanía vasca en favor de «los contenidos mínimos imprescindibles para ese cambio político que Euskal Herria necesita».

La resolución adoptada ayer por los participantes en el Foro finalizó con un llamamiento a los agentes políticos, sindicales, sociales e institucionales de Euskal Herria para que «se impliquen decididamente en la apuesta por la soberanía de Euskal Herria de cara a superar la situación de negación estructural actual».

«Es tiempo de dar los pasos que Euskal Herria se merece», concluyó Maite Aristegi, que dio lectura a la resolución íntegramente en euskara.

Encrucijada y nuevo escenario

A la resolución adoptada ayer por el Foro de Debate Nacional se ha llegado tras constatar que hoy en día Euskal Herria «sigue sufriendo la dominación estructural de los estados español y francés» y que, por tanto, «nuestra nación no es soberana, dueña de sus propias decisiones», según explicó durante un receso un portavoz de los asistentes. «Las consecuencias de esta situación son graves y podemos decir que se agravan con el paso del tiempo. Las decisiones fundamentales sobre Euskal Herria y su futuro -agregó- las toman París y Madrid, negándole a Euskal Herria su soberanía e imposibilitando su capacidad de estructurarse como nación».

Aunque reconoció que en la actualidad «no están suficientemente construidos ni afianzados los pilares estratégicos necesarios para asegurar el futuro de la nación vasca», destacó que «gracias a la conciencia nacional existente en Euskal Herria y a la aportación de miles de hombres y mujeres, hemos dado pasos importantes en la construcción de nuestra nación, y ése es precisamente el activo fundamental que ha puesto Euskal Herria a las puertas de un cambio necesario».

En este sentido, constató que Euskal Herria se encuentra en una «encrucijada» y que «cada vez son más claras y evidentes la necesidad y la oportunidad» de construir un nuevo escenario. «En otras muchas naciones del mundo están tomando fuerza procesos a favor de la autodeterminación y la soberanía. Es en este contexto general donde debemos situar nuestra realidad como nación», concluyó.