El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se mostró decepcionado por la campaña de desprestigio en su contra puesta en marcha en Colombia después de que su presidente, Álvaro Uribe, pusiera fin a su mediación con las FARC. Chávez advirtió de que su Gobierno revisará las relaciones bilaterales con Colombia, tras el comportamiento «reprochable» de Bogotá. «Perdí la confianza y eso para las relaciones bilaterales es grave. Me siento traicionado. Uribe rompió un compromiso. No es justo el presidente Uribe», sostuvo.

Aseguró que «nadie se cree» que el «brutal» fin de las negociaciones se deba a que habló un minuto con el general Montoya, a instancias de la senadora Piedad Córdoba, para preguntarle cuántos militares están en poder de las FARC.

Chávez explicó que han circulado rumores en los que se le acusa de ser el causante de la ruptura. Culpó a los asesores y allegados de Uribe de «inventar» versiones falsas sobre situaciones que se dieron a lo largo de la mediación. «Hay gente muy cerca de Uribe, y con mucho poder, que no quiere el acuerdo humanitario. No me atrevo a decir que él no lo quiera», aseguró.

Consideró que su trabajo de mediación fue «abortado» porque «íbamos directos al acuerdo humanitario y creo que en poco tiempo».

Prueba de vida

Las FARC remitieron a la senadora Córdoba y a la familia del policía Guillermo Solorzano, retenido por la guerrilla, una prueba de vida en la que éste pide a Chávez que no desista en su mediación para facilitar un acuerdo.