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El Explorer se hunde veinte horas después de la colisión
El crucero de lujo Explorer, que el viernes chocó con un iceberg en aguas del océano Antártico, se hundió definitivamente ayer, unas veinte horas después de que sus pasajeros y tripulantes fueran rescatadas por un barco noruego. El capitan del Explorer, el sueco Bengt Witman, señaló ayer que en el momento de la colisión «todos a bordo pensamos que habíamos chocado con una ballena». El mal tiempo reinante ayer en la zona impidió que los 154 naúfragos pudieran abandonar la Antártida en avión y tuvieron que permanecer en la base naval chilena Frey.