El antiguo campeón del mundo de ajedrez Garry Kasparov, junto a otros líderes de la oposición, fue detenido ayer por la Policía durante una manifestación anti-Putin que se desarrollaba en Moscú. El líder del movimiento La Otra Rusia fue arrestado cuando, precisamente, intentaba alcanzar la sede de la Comisión Electoral Central junto a un grupo de partidarios para denunciar las «injustas» elecciones del próximo domingo, 2 de diciembre.

Tras ser bloqueado contra un muro, al igual que sus escoltas, por un grupo de agentes «antidisturbios», fue introducido a empujones en un autobús policial, cuyas ventanas tenían corridas las cortinas, mientras que manifestantes y periodistas eran violentamente expulsados del lugar, según relataron los corresponsales de France-Presse.

Una vez en el furgón, Kasparov descorrió una cortina e, hizo el signo de la victoria a través del cristal, lo que fue respondido con gritos de «!Libertad, libertad!» por la multitud.

A continuación fue conducido a la comisaría de Basmanny junto a otras cinco personas. A todos ellos se les confiscaron los teléfonos móviles, indicó a AFP Marina Litvinovitch, colaboradora de Kasparov. Éste fue trasladado ante el tribunal de Mechtchanski, donde permanecía ya entrada la noche.

Liudmila Mamina, dirigente de La Otra Rusia, informó de que el líder de los nacional-bolcheviques Eduard Limonov, el activista de Derechos Humanos Lev Ponomarev y la resposanble del partido liberal SPS María Gaidar también fueron detenidos durante la misma operación policial desarrollada en la capital rusa. Por su parte, la agencia Itar-Tass incrementó hasta la veintena el número de personas arrestadas, cifra que desde La Otra Rusia se elevó hasta 44.

Un portavoz de la Policía, Viktor Biriukov, confirmó las detenciones sin precisar el número total y justificó lo ocurrido afirmando que «han alterado el orden público».

María Gaidar, que es candidata a las elecciones legislativas del domingo, fue puesta en libertad rápidamente, confirmó Litvinovitch.

«Para desmantelar el régimen»

Los acontecimientos se precipitaron después de que unas dos mil personas se hubieran concentrado, en calma, en la avenida Sajarov, para reclamar «una Rusia sin Putin», mientras coreaban eslóganes como «Necesitamos otra Rusia» o «Putin, márchate».

«Nuestro objetivo es desmantelar este régimen que odia y cubre de vergüenza a nuestro país (...). Vamos a salir de esta ciénaga de corrupción y mentira, y venceremos», había indicado a los congregados Kasparov, candidato de La Otra Rusia a las elecciones presidenciales del próximo mes de marzo.

Tras la concentración, varios cientos de manifestantes, entre ellos jóvenes nacional-bolcheviques, se dirigieron hacia la sede de la Comisión Electoral Central, a pesar de que la marcha había sido prohibida por las autoridades. Cuando habían recorrido un corto trecho, apenas unos cientos de metros, se toparon con un cordón policial. Y mientras daban media vuelta, Kasparov era detenido a unas decenas de metros, en la calle Miasnitskaia.

Según el informe policial remitido a sus abogados, Kasparov está acusado de haber encabezado la manifestación bajo el lema «Abajo el poder de Putin» y de no haber obedecido a las fuerzas de seguridad cuando le ordenaron que parase la marcha.

«Yo me manifiesto en el marco de las elecciones. Que yo sepa, Putin participa en la campaña (como cabeza de lista del partido Rusia Unida). Y ahora resulta que lo que dije es un delito», comentó Kasparov a la AFP en la misma sala de audiencia del tribunal, mostrándose convencido de que iban a mantenerle detenido. Poco antes, había señalado que «no ha habido ningún riesgo de alterar el orden público (...). Lo que ocurre, simplemente, es que el poder tiene miedo de que la gente exprese su repulsa».

El pasado mes de abril, la Policía disolvió violentamente una «Marcha del desacuerdo» similar a la organizada ayer por los citados grupos de oposición. También en aquella ocasión la movilización había sido prohibida previamente por los responsables policiales de la capital rusa.