Con el lema «Langile elkartasuna», el frontón de Atarrabia fue escenario ayer de un acto de «solidaridad obrera», organizado por LAB, en el que se rindió homenaje a los trabajadores que pelean por su futuro hoy en Nafarroa y en el que se hizo un repaso por la historia de la lucha obrera desde el franquismo.

Tal y como resaltaron los organizadores, entre unos y otros tiempos pueden variar los nombres de los protagonistas, pero en el fondo lo que subyace es que sólo la solidaridad, la lucha y la organización acercan la consecución de derechos.

Así, el acto, que congregó a alrededor de 800 personas, arrancó con la proyección de un vídeo sobre la dictadura española, seguido de un sketch que rememoró los fusilamientos. Éste fue un momento especialmente emotivo, ya que según explicaron, entre los asistentes se encontraba la hermana de Maravillas Lanberto, víctima de la represión franquista en Larraga. De hecho, en el acto intervinieron representantes de Ahaztuak, colectivo de familiares de represaliados en la dictadura franquista.

Además de las intervenciones de los bertsolaris Xabier Silveira y Alazne Unzalo, también pudo escucharse al cantautor navarro Fermín Valencia y a los grupos musicales Jack 42 y Banda Batzoki, entre otros.

En ese repaso por las luchas sindicales y políticas, no podían faltar los testimonios de quienes vivieron conflictos laborales en las décadas de los 70 y de los 80, como los de Motor Ibérica y Potasas. De los conflictos por los que atraviesan cientos de trabajadores de la «Navarra que para UPN va bien», hablaron en primera persona trabajadores de Sysmo, Solano y Onena.

Por ello, antes y ahora, «nadie nos ha regalado nada, Todo se lo debemos a la organización, el trabajo, la formación, la lucha». Es el mensaje que, en la intervención que cerró el acto, lanzó el responsable de LAB en Nafarroa, Igor Arroyo. Subrayó asimismo que en Nafarroa «los trabajadores hemos conseguido cuotas de bienestar importantes y el reconocimiento de algunos derechos» y precisó que «lo hemos hecho a pesar de la patronal, de la derecha y de los de siempre».

El responsable de LAB dejó sentado que la situación actual de Nafarroa es el producto de «la operación» que con el nombre de Amejoramiento del Fuero pusieron en marcha «para seguir cortando el bacalao en Navarra» aquellos «que llenaron las cunetas de muertos, aquellos que acumularon poder económico y político durante cuarenta años de dictadura, los Del Burgo, Aizpún y compañía».

Arroyo destacó que esta operación no hubiera sido posible sin la ayuda de organizaciones «supuestamente de izquierda» y apuntó directamente a la colaboración de PSOE, UGT y CCOO «a cambio de los beneficios de estar cerca del poder».

En ese contexto, el responsable de la central abertzale destacó que «la derecha sigue teniendo la sartén por el mango en Navarra» y afirmó que «los empresarios también están crecidos». Añadió que «quieren aumentar los ritmos de pro- ducción y reducir derechos. Quiere ganar todavía más» y manifestó que, además, «tienen el apoyo del Gobierno y la colaboración de UGT y CCOO».

Un «tsunami» neoliberal

«Vivimos una oleada neoliberal, un auténtico tsunami que lo quiere arrasar con todo, con los derechos laborales, con las pensiones con la sanidad pública», apuntó Igor Arroyo sobre una realidad frente a la que, según indicó, «hay que despertar de nuestro letargo. Hay que defender nuestros derechos. Hay que organizarse. Hay que crear un dique popular frente a la oleada neoliberal».

En esa llamada a plantar cara y empujar al cambio, Arroyo destacó que LAB nació para organizar a los trabajadores y luchar por la defensa de sus intereses. «Trabajadores soberanos en una Euskal Herria soberana», subrayó.