¿Cuál es la historia de la grabación de «The Joshua Tree»?

Danesmonte, un modesto edificio campestre, fue donde empezamos a explorar la idea de que los espacios habitados podrían ser excelentes estudios de grabación. Danesmonte era el sitio perfecto para empezar, muy aireado y con mucha luz. Tenía una enorme sala, donde se podía instalar un buen equipo de batería. Era un lugar muy optimista, que emanaba inspiración. Cuando nos pusimos a trabajar, todo el mundo estaba de un humor relajado y positivo.

¿Pero también hubo un segundo lugar de operaciones?

Sí, la segunda casa donde nos reunimos fue un edificio de mediados del periodo victoriano algo más sobrio y situado en la bahía del sur de Dublín. Esplendido, pero no grandioso. Tenía solidez, pero sin pretensiones, lo cual le hacía ser el lugar ideal para albergar energía. Esta casa fue el escenario de la fase más intensa de todo el periodo de grabación. No hubo frivolidad; todos estábamos trabajando en serio y aquí fue donde terminamos de grabar las canciones.

¿Uno de los productores del disco, Brian Eno, no era muy optimista con el camino que llevaban las canciones de «The Joshua Tree»?

Me acuerdo que después de una sesión particularmente inspiradora, Brian Eno se me acercó con tono de voz de preocupación y me dijo: «Edge, sé que ninguna de estas nuevas ideas es lo bastantemente buena para hacer el disco, pero tenemos que trazar las bases de alguna manera. Si tan siquiera consideramos alguna de ellas, seguiremos en el mismo sitio dentro de tres meses». Había un final a la vista y Eno lo veía como una lucha bastante dura y de recompensa escurridiza.

¿Se diferencian las canciones según la casa en la que se grabaron?

La canción utilizada para el poema «América», de Allen Ginsberg, fue una de las primeras grabaciones que hicimos en Danesmonte. Le dimos el título de «Drunk chicken». Es muy «estilo Eno». «Sise up» era una pieza ultra optimista que sólo podía haber surgido de una sesión del principio. Danesmonte está presente en el sonido de esta canción. «Desert of our love», también conocida como «Weather girls», y que por fin se convirtió en «I still haven't found what

I'm lookin for», fue una mezcla de ritmos reggae y gospel. Estaba claro que nunca iba a ser una canción convencional.