En fuentes cercanas a la Ejecutiva Nacional de Eusko Alkartasuna se consideraba ayer que las conversaciones entre Unai Ziarreta y Joseba Azkarraga para la consecución de una nueva direccion de integración van a buen ritmo, dándose por hecho que el primero optaría a la presidencia del partido y el segundo a la secretaria general. De esta forma, los sectores que han conformado la llamada «línea oficial» volverían a presentarse unidos ante el congreso, lo que hasta la fecha les ha asegurado un porcentaje de apoyo de los apoderados en torno al 60%.

A última hora de la tarde, el consejero de Justicia desmintió que haya pactado «nada con nadie» y afirmó a Europa Press qu su compromiso de «coadyuvar al mayor consenso posible para que salga una ejecutiva fortalecida del partido». «Eso se puede hacer sin mi presencia dentro de ninguna ejecutiva», señaló.

También fuentes cercanas a Unai Ziarreta apuntan a que no está cerrado ningún pacto. Pero añaden que sí existe un acuerdo sobre la necesidad de lograr una dirección integrada, en la que la presencia de Joseba Azkarraga se considera prácticamente imprescindible. Además, sería también deseable alcanzar un acuerdo con el «sector crítico»

Este sector dice también hacer una apuesta por la verdadera integración entre todas las sensibilidades de EA y considera necesario llegar a acuerdos de fondo y no a meros apaños.

Cuando las posiciones de Ziarreta y Azkarraga no estaban tan cercanas, los «guipuzcoanos» se dejaban querer y exigían que el 40% de votos obtenido en el anterior congreso tuviera un reflejo en la nueva Ejecutival, lo que inicialmente traducían en el cargo de secretario general.

Después, esa demanda fue rebajándose. Y, de hecho, Unai Ziarreta ya les anunció desde los primeros contactos que, aunque estaba dispuestos a darles entrada en la Ejecutiva Nacional del partido, en ningún caso les cedería ni la secretaría general, ni otras que considera fundamentales como la de Organización o la de Comunicación.

Entrar o quedarse fuera

Ahora, una vez que se da por hecho que Unai Ziarreta y Joseba Azkarraga no sólo no competirán por la presidencia, sino que concurrirán en una lista única, al «sector crítico» no le queda más opción que integrarse en esa dirección o continuar fuera de ella durante al menos otros tres años.

El modelo de elección de los cargos internos en EA hace que si se presentan dos listas enfrentadas, la perdedora se quede sin ningún puesto.