El presidente de EEUU, George Bush, realizará su primera visita a Palestina del 10 al 13 de enero, según señalaron ayer fuentes palestinas.

«La visita tiene que llevarse a cabo del 10 al 13 de enero», señalaron a France Presse responsables de la Autoridad Palestina, bajo la condición del anonimato. El martes, la Casa Blanca anunció que Bush viajaría «a inicios de enero a Oriente Próximo», aunque sin precisar qué países visitaría en esta gira.

El diario israelí «Yediot Aharanot», por su parte, indicó el martes, citando a responsables de la Oficina del Primer Ministro Ehud Olmert, que el Gobierno israelí esperaba a Bush el 9 de enero.

Se trata de la primera visita de un presidente de EEUU a Palestina desde la realizada por Bill Clinton en diciembre de 1998.

Mientras se anunciaba esta visita de Bush, que se ubica en el marco de las negociaciones tras la cumbre de Annapolis, el Ejército israelí continuó ayer amenazando con lanzar una operación militar terrestre a gran escala contra Gaza, según señaló el jefe del Estado Mayor, el general Gaby Ashkenazi.

«El Tsahal [Ejército sionista] está dispuesto a llevar a una operación terrestre en la franja de Gaza, pero todo depende de una decisión del ámbito político», declaró Ashkenazi a la radio militar israelí. «Si hace falta, estamos preparados para actuar. Tenemos una guerra allí y hay importantes fuerzas que intervienen días tras día», añadió. De hecho, tres palestinos murieron ayer en Gaza por disparos del Ejército israelí.

Ashkenazi destacó que gracias a las agresiones militares permanentes y al férreo bloqueo contra Gaza «hay menos ataques con obuses contra nuestras posiciones».

El análisis de Ashkenazi no fue compartido por la ONU, que mostró su preocupación por las consecuencias que pueda provocar el corte de suministro de carburante a Gaza.

«No queremos que los ciudadanos de a pie padezcan las consecuencias de acciones cometidas por otros», declaró Richard Miron, portavoz de la Oficina de Coordinación de la ONU en Jerusalén.

La AP, contra los asentamientos

La Autoridad Palestina, por su parte, denunció el plan israelí de ampliar un asentamiento sionista en Jerusalén, destacando que «va en contra de lo acordado en Annapolis».

«Israel ignora la voluntad internacional, expresada a través de la presencia de 50 países y organizaciones en Annapolis en apoyo al proceso de paz. Debe cesar la expansión de la colonia de Jabal Abu Ghneim [Har Homa para los sionistas», declaró un portavoz de Mahmud Abbas.