Maite SOROA
Una concentración birriosa
Cuentan que la concentración «unitaria» contra ETA en Madrid terminó siendo una birria, pero algunos se empeñan en maquillar la realidad y obligan a volver a leer entre líneas. El editorial de «La Razón» de ayer es un buen ejemplo.
Decía el escriba de Lara que «la concentración `Por la libertad, para la derrota de ETA' realizada ayer (...) fue positiva, no tanto por el número de personas que reunió, que fue muy reducido, cuanto por el mensaje de unidad en lo fundamental que se transmitió al resto de la sociedad y a los propios terroristas». O sea, un fiasco.
Para maquillar a la fachenda que vimos, decían que «El clima en el que transcurrió fue, a pesar de algunos gritos aislados a favor y en contra de Zapatero, de un civismo ejemplar. Es verdad que la manifestación tuvo notables y lamentables ausencias, pero sirvió al propósito fundamental de la convocatoria: demostrar que los partidos políticos y los ciudadanos pueden unirse para derrotar a los terroristas y preservar la libertad». O sea, que fue un berenjenal.
Comprueben lo retorcido del texto: «El atentado del pasado sábado ha cerrado un paréntesis estéril y la ciudadanía exige ya recomponer la unidad del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo que arrinconó Zapatero. La concentración de ayer puede simbolizar ese punto de inflexión basado en la unidad recobrada, de tal manera que los terroristas tengan la certeza absoluta de que, gobierne quien gobierne en España, se les aplicará la misma persecución judicial, idéntico control policial y una continuada presión internacional. (...) De ahí que el presidente del Gobierno se haya equivocado otra vez al no asistir a la concentración. Es pueril argumentar que los presidentes nunca van a las manifestaciones, porque no es verdad. Y más desafortunada es la justificación de que no fue para no ser abucheado, pues se le niega a Zapatero la gallardía que tuvo Aznar». No destilan, pues, unidad...
Y otro chasco: «Tampoco fue una buena noticia que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) no acudiera formalmente (...). Pero aunque entendemos sobradamente los motivos de su ausencia, debieron haber asistido, no por ellas mismas, sino para reforzar la unidad y el convencimiento de todos los de- más». Entonces, ¿quién fue?