CONSECUENCIAS DEL «APARTHEID»
El PNV endurece aún más su posición en Ondarroa con cuatro expulsiones
En el seno del Uri Batzarra del PNV en Ondarroa ha provocado notable revuelo la noticia de la expulsión del partido de cuatro militantes por negarse a constituir el Ayuntamiento sin la izquierda abertzale, ilegalizada pero mayoritaria. Entre ellos está el ex alcalde Aitor Maruri. Pero la decisión llega además en un momento en que ANV ha puesto en la mesa de la Gestora nombrada por el propio EBB una nueva propuesta de diálogo para solventar el conflicto.
Ramón SOLA | ONDARROA
El pasado 10 de noviembre, ANV anunciaba su decisión de trasladar a la Comisión Gestora designada por el PNV para gobernar Ondarroa una nueva propuesta de solución con la que «no vamos a ganar ni nosotros ni ellos, sino que va a ser el pueblo el que obtenga lo que decidió el 27 de mayo». Pero la dirección del EBB no parece estar por la labor de facilitar que la situación se reconduzca. Así lo evidencia la decisión conocida ayer de expulsar del partido a cuatro militantes que integraban la lista para los comicios del 27 de mayo y que se negaron a constituir el Ayuntamiento tras la exclusión de la izquierda abertzale, que fue de largo la lista más votada pese a ser ilegal.
La decisión ha provocado polémica en el comité local de Ondarroa, y también sorpresa en términos políticos. Pese a que era conocida la existencia de un expediente, no se sospechaba que se cerraría de modo tan drástico. Y más aún cuando desde la dirección del PNV no se censuró en su momento la renuncia de estos ediles. En la famosa carta pública ``Por qué y para qué va el PNV a Ondarroa y Mendexa'', remitida en julio por Josune Ariztondo -secretaria del EBB y miembro de la Gestora-, se justificaba incluso su actuación y la de otros concejales de EA o EB-Aralar. Ariztondo se limitaba a explicar que todos ellos «han renunciado cansados de presiones» y saludaba que «el PNV ha tratado de buscar una salida a la situación». Ahora, sin embargo, el Tribunal Municipal da validez a la denuncia de que Maruri y sus compañeros actuaron «de modo unilateral».
Sólo dos plenos
La medida sorprende también toda vez que los expulsados no llegaron a ningún acuerdo con la izquierda abertzale para facilitar su acceso al Ayuntamiento, y eso que ANV mantuvo varias reuniones con el propio ex alcalde Maruri, que en todo momento les dejó claro que la decisión final correspondía al EBB.
La decisión puede tener repercusiones tanto en el comité local del PNV -dividido ya antes entre quienes defienden la decisión de imponer una Gestora y quienes desean negociar una solución- como en el devenir del Consistorio, marcado por una provisionalidad absoluta.
De hecho, sólo consta la realización de dos plenos, el segundo de ellos hace ya mes y medio y fuera de Ondarroa. Los miembros de la Gestora ejercen habitualmente su función (reuniones con colectivos...) en Bilbo.
LIZARTZA
En la pasada legislatura, el EBB dijo no a la propuesta de Joseba Egibar para dar cabida a los ilegalizados vía 182.2 de la LOREG.
AZKOITIA
Un grupo independiente «legalizó» así a un electo de Kimue. El PNV tenía dos cargos suyos, pero declinó hacer otro tanto.
URKABUSTAIZ
Dos jeltzales dimitieron en 2006, lo que abría la puerta a la entrada de los ilegalizados. Se frustró por decisión atribuida al ABB.
MENDEXA
Como en Ondarroa, el PNV optó en 2007 por copar la Gestora después de no constituirse el Consistorio.
SAKANA
NaBai declinó retirar sus listas y forzar así nuevas elecciones tras el veto a la izquierda abertzale en Bakaiku, Etxarri y Ziordia.