«Ama Lur» protagonista, de la mano de Basterretxea y Larruquert
El humor es el tema de la presente edición de la Feria de Durango y, desde luego, Fernando Larruquert y Nestor Basterretxea demostraron ayer que tienen humor, y bueno, en el acto de presentación en Plateruena de la versión en formato DVD de la película «Ama Lur», restaurada y editada por EHKE y distribuida junto a GARA. Pero, además de buen humor, también hubo crítica y, quizá sobre todo, una -o varias- invitaciones a reflexionar.
Martin ANSO | DURANGO
La presentación en formato DVD de «Ama Lur» congregó a un grupo numeroso de personas, entre ellas, algunas conocidas, como el folklorista Juan Antonio Urbeltz, Mikel Arregi, gerente de la Filmoteca Vasca, el escritor Joxemari Iturralde o el director de GARA, Josu Juaristi. Otras quizá no lo sean tanto, pero ayer tenían un protagonismo especial. Es el caso de Andoni Esparza, artífice, junto a José Luis Etxegarai y Castor Uriarte, del «auzolan económico» que permitió hacer «Ama Lur» hace cuarenta años. Etxegarai y Uriarte, ya fallecidos, estuvieron representados por un hijo y una nieta, respectivamente. Para la labor callada de estos promotores tuvo palabras de agradecimiento expreso el consejero delegado de EHKE, Gorka Altuna, en la intervención con la que arrancó el acto.
Un acto conducido por la locutora de Info7 Eider Elduaien y que constó de dos partes: una proyección con imágenes de «Ama Lur», que volvieron a poner en evidencia las razones de la importancia histórica del filme, y un animado coloquio con Larruquert y Basterretxea conducido por Mikel Insausti, autor del libro que acompaña al DVD.
«La alegría con la que vivimos la película aquí fue proporcional al desconcierto con que la recibieron en Madrid -afirmó Basterretxea-. Allí habían decidido que los vascos desapareciéramos y sintieron un disgusto enorme cuando comprobaron que estábamos vivos y en pie».
El artista de Bermeo señaló que incluso en Madrid consideraban que «Ama Lur» era «la película más censurada de la historia», y es que no se limitaban a decir qué planos había que cortar, como los del «Guernica», sino que señalaban otros que había que sustituir -el árbol de Gernika nevado por otro florido- e incluso pedían hacer añadidos. «Por ejemplo -recordó Larruquert-, nos obligaron a que la palabra España fuera citada tres veces».
¿Sería posible realizar hoy otro «Ama Lur»?, preguntó Insausti. «En la dictadura -respondió Basterretxea- todo es negativo, salvo que estábamos uni- dos, algo que hecho de menos. Hoy no se podría hacer un `Ama Lur', porque en seguida habría que tomar partido por unos u otros». Larruquert opinó que, en lo que a la financiación respecta, el modelo sigue siendo válido. «Cuando iba a nacer GARA -dijo-, vi aquel cartel de `Mila milioi baietz'. Me pareció un sueño, pero... Muchos pocos pueden hacer mucho y, si nos uniéramos un poco, si hiciéramos un poquito más de cultura, haríamos mucho más país».
Concluido el acto, Andoni Esparza estaba encantado, pero el cuerpo le pedía guerra: «Mira, esto está muy bien, pero a mí me interesa lo pendiente, nuestro proyecto de futuro. Creo que hay suficientes abertzales como para que Euskal Herria siga adelante. Sin embargo, el diseño actual nos lleva a desaparecer. Porque Euskal Herria va camino de ser Euskal Hiria, que fonéticamente suena parecido, pero es distinto. Eso sí, seguro que las cifras macroeconómicas son las mejores de la historia».
Joxemari Iturralde, a requerimiento de GARA, explicó el porqué de su presencia: «Cuando vi la película hace un montón de años, me quedé asombrado. Fue un choque y, de hecho, yo no me acuerdo tanto de las imágenes como de la sensación que me produjo. En cuento me he enterado de que se presentaba, he venido». En similares términos se expresó Urbeltz: «Entonces no había nada y `Ama Lur' fue muy importante. Recuerdo que vi un copión en blanco y negro, con Larruquert, Basterretxea, Chillida y Oteiza. Fue un punto de inflexión y, junto con otras cosas, nos señaló a muchos cómo había que trabajar en adelante».
Un faro de nuevo encendido
No todos los presentes eran de «la quinta de `Ama Lur'». Entre los «representantes» de las generaciones más jóvenes, el abogado Luix Barinagarrementeria, con el DVD recién comprado en el bolsillo, opinaba: «Cuando rodaron la película, yo ni siquiera había nacido. La conozco por referencias, claro, pero no he tenido ocasión de verla. He visto aquí las primeras imágenes y... esto es serio. Además, haber tenido ocasión de escuchar a Larruquert y Basterretxea ha sido un lujo. Lástima que el coloquio no pudiera durar tres horas».
«`Ama Lur' no tiene por qué ser un faro que guíe a futuras generaciones», dice Larruquert. Pero incluso para decidir que uno quiere alejarse de ese trozo de costa que ilumina el faro es imprescindible saber cuál es su posición. La polémica en torno a qué es el «cine vasco», o si existe siquiera, es tan recurrente como probablemente estéril. Pero Fraga, tras visionar «Ama Lur», dijo: «Resulta que no sabemos qué es el cine español y, para una película que hacen, ya hay cine vasco». La pura curiosidad por ese cine que no existe o por cuáles podrían ser sus señas de identidad reclama el visionado de «Ama Lur». Ahora que el faro ha vuelto a encenderse, eso está al alcance de cualquiera.
«En Madrid me preguntaron quién estaba detrás de la película. `Miles de personas', dije. Una, por ejemplo, era un fogonero de AHV que había dado el sueldo del mes. Eso nos obligaba aún más a hacer algo sustancial, serio», recordó Basterretxea.
«Tenemos un país -protestó Larruquert- que dedica más dinero a la Policía que a la cultura, y sin cultura no hay país». Fruto de ello es la situación «lamentable» de la Filmoteca Vasca, situación que ha llevado a «Ama Lur» a estar «a punto de desaparecer».
La sombra de Manuel Fraga estuvo muy presente a lo largo de todo el coloquio. Basterretxea, entre la protesta y el asombro, constató su longevidad, y Larruquert apuntó la hipótesis de que, en realidad, es un extraterrestre. En el último momento, a Basterretxea se le rompió la silla, lo que no dudó en achacar a las malas artes del gallego.