La OTAN anunció ayer que mantendrá su fuerza militar en Kosovo (KFOR) con el objetivo de «atender a la seguridad de todos los habitantes sin distinción», pese que se prevé que este territorio proclame su independencia en 2008.

En un comunicado, los ministros de Exteriores de la OTAN reafirmaron su disposición a «mantener en el nivel actual, y sin nuevas restricciones, las contribuciones de los países a la KFOR», presente en Kosovo desde 1999 y que cuenta actualmente con cerca de 17.000 soldados.

Advirtieron de que «la OTAN responderá de manera resolutiva a cualquier intento de atentar contra la seguridad de los habitantes de Kosovo, sin distinciones».

La OTAN concedió «una gran importancia a la aplicación de las normas, en particular a la protección de las minorías y de comunidades étnicas, así como de los lugares históricos y religiosos, junto a la lucha contra la criminalidad y la corrupción».

Los responsables de la diplomacia de los 26 estados miembros de la OTAN hicieron un llamamiento «a las dos partes [albaneses y serbios] a abstenerse de cometer actos o planes que pongan en riesgo la seguridad en Kosovo o en cualquier otro lugar de la región».

Pese a las buenas intenciones de la OTAN, militares de la KFOR se vieron ayer implicados en una pelea masiva con los habitantes de Caglavica, una población de mayoría serbia del centro de Kosovo.