El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, anunció ayer la creación de «una zona de encuentro» para definir un acuerdo humanitario con las FARC que conduzca a la puesta en libertad de 45 rehenes de la guerrilla y de 500 insurgentes presos.

Además, Uribe anunció que habrá un fondo de 100 millones de dólares (68,48 millones de euros) para pagar recompensas a rebeldes que liberen rehenes.

Agregó que la iniciativa responde a una propuesta formal de la Iglesia Católica y de la Comisión Nacional de Conciliación que recibió ayer y que «el Gobierno manifiesta la disposición de aceptar por razones humanitarias».

Esta «zona de encuentro» estará ubicada en un espacio rural y tendrá un tiempo limitado.

Uribe hizo este anuncio al intervenir en una graduación de generales de Policía en Bogotá, donde destacó que «el Gobierno colombiano ha hecho todos los esfuerzos y que las respuestas de las FARC fueron asesinatos y mentiras».

Paradójicamente, Uribe no hizo mención a la prohibición que impuso a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, para que no continuara con su labor de mediación con las FARC para alcanzar el acuerdo humanitario.

Giro en la política

El Gobierno colombiano, hasta el momento, se había opuesto rotundamente al retiro de tropas y la creación de zonas desmilitarizadas que permitiesen las conversaciones.

Uribe argumentaba hasta ahora que este tipo de despeje, como el que las FARC han venido proponiendo en los municipios de Pradera y Florida [sur] y que abarcaría unos 800 kilómetros cuadrados en los que viven 150.000 personas «supondría maltratar a muchos ciudadanos». Ahora, en lo que se interpreta como un giro en su política, Uribe señaló que esta zona desmilitarizada tendrá alrededor de 150 kilómetros cuadrados y se localizará «en una zona rural donde no haya puestos militares ni policiales que sea necesario remover [retirar]». En cualquier caso, no será en la zona que la guerrilla reclamaba.

Asimismo, Uribe anunció que esta área «tendría la presencia de observadores internacionales» y advirtió de que «allí los presentes, para definir el intercambio humanitario, no deberían estar armados».

Reveló también que ha autorizado al comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, para que con la Conferencia Episcopal Católica colombiana, busque «la manera de juntarse con las FARC y dentro del marco expresado encontrar la zona indicada»