Tropas afganas y de la OTAN iniciaron una amplia ofensiva en la localidad de Musa Qala, situada en la provincia sureña de Helmand, en poder de los talibán desde hace diez meses. El ministro de Defensa de Afganistán informó de que la tropas cercaron la localidad y que, apoyadas por bombardeos aéreos y armamento pesado, intentaban recuperar el control.

Afirmó que, al menos un soldado de la OTAN, dos niños y una docena de supuestos talibán murieron en los combates.

Además, entre 200 y 300 civiles tuvieron que abandonar sus hogares.

En declaraciones a Al Jazeera, un portavoz talibán, Qari Mohammad Yousef Ahmadi, advirtió que «Musa Qala no es el único distrito donde están nuestros mujahidines, tenemos bases en otras zonas que siguen bajo nuestro control».

Un comandante talibán, el mulá Ahmadulá, aseguró a AP por vía telefónica que están fortificando sus posiciones en Musa Qala y que milicianos de los distritos cercanos estaban llegando a la zona. «La moral de los talibán está alta. Lucharemos contra las fuerzas de la OTAN y afganas. No bajaremos nuestras armas. Combatiremos hasta la muerte», subrayó.

Mientras, en Panjwaii, al sur de la provincia de Kandahar, las fuerzas de la OTAN dieron un ultimátum a los líderes tribales para que rechacen a los talibán. De lo contrario, no tendrán asistencia ni ayuda para proyectos de reconstrucción.