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A la quinta tampoco fue la vencida

Los rojillos, con más corazón que fútbol, no pudieron perforar la portería de un Valencia más preocupado de no perder que de ganar. Con el empate de ayer, los jugadores dirigidos por Ziganda acumulan ya cinco partidos consecutivos en casa sin conocer la victoria.

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OSASUNA 0

VALENCIA 0

Aritz SORZABAL | IRUÑEA

Osasuna volvió a empatar ayer en El Sadar y acumula ya cinco partidos consecutivos como local sin conocer la victoria, lo que equivale a dos meses sin dar una satisfacción a sus aficionados. Parecía que el Valencia, sumido en una crisis de juego y de resultados, era el rival propicio para romper con la sequía. Sin embargo, si el equipo che es de por sí un adversario incómodo, lo es más en la situación en la que se encuentra.

De hecho, los jugadores dirigidos por Ronald Koeman estuvieron más pendiente de no perder que de buscar la victoria, sabiendo que un empate a domicilio les podría dar oxígeno. Y si el Valencia sale de vestuarios con la intención de empatar, lo más normal es que lo consiga, aunque sea en perjuicio del espectáculo.

Osasuna lo intentó hasta el final, con más corazón que fútbol, pero no acertó a remachar las dos únicas ocasiones claras de las que dispuso en un partido que parecía condenado al empate a cero desde el principio. Y en un encuentro de estas características, si no se aprovecha la oportunidad, difícilmente se pueden deshacer las tablas del marcador.

En la primera mitad, tal y como ocurriera durante los 90 minutos de juego, los dos equipos protagonizaron un partido muy trabado, con poco fútbol y sin apenas ocasiones. Las más destacadas salieron de las botas rojillas. En el minuto 23, un excepcional servicio de Puñal fue desaprovechado por Portillo, que remató de cabeza a las manos de Cañizares cuando estaba totalmente solo al borde del área pequeña. Fue la única ocasión clara de una primera parte en la que Osasuna sólo inquietó a los valencianos por medio de dos disparos de Javi García y Plasil que salieron ligeramente desviados entre el run-run de una grada que sigue sin poder ver ganar a su equipo desde la victoria frente al Villareal.

El Valencia, por su parte, sólo creo incertidumbre en un par de incursiones de Villa y Arizmendi, perfectamente desbaratadas por un muy seguro Ricardo. En el minuto 7, el asturiano ganó la línea de fondo con habilidad, pero su centro fue atajado por el portero osasunista. Fue la única vez en la que Villa dio señales de vida, lo que le llevó a ser sustituido en la segunda parte.

Las cosas no cambiaron en la reanudación, pese a que la segunda y última ocasión clara de los rojillos en todo el partido -el Valencia no creó ninguna- llegara nada más salir de vestuarios. Esta oportunidad vino a raíz de un mini-corner botado en el minuto 50, tras jugada ensayada. La pizarra de Ziganda quiso que la pelota le llegara a Plasil, y el disparo del checo, libre de marca dentro del área, lo desvió un defensor antes de que el chut fuera despejado milagrosamente por Cañizares con el pie derecho cuando parecía que el balón iba a traspasar la línea de gol.

Más de lo mismo

Parecía que el choque se animaba, pero sólo fue un espejismo. El Valencia, aunque subió algo su presión, no estaba por la labor de marcharse de vacío de Iruñea y alimentar aún más su crisis, así que mantuvo el cerrojo y el encuentro acabó tal y como empezó.

Las sustituciones tampoco cambiaron el rumbo del partido, pese a que Dady puso algo de calidad en el ataque. Joaquín y Morientes, en cambio, no aportaron nada de lo que se presupone de ellos, por lo que éstos también fueron incapaces de rescatar a un triste Valencia.

«Tenemos que aprender a ganar estos encuentros»

El entrenador de Osasuna, José Ángel Ziganda, declaró tras el partido que se quedó «satisfecho a medias» con el encuentro al subrayar que intuían que se podían llevar el choque al aglutinar las mejores ocasiones de gol. «El equipo tenía intención de ganar y hemos acabado muriendo en el área del Valencia. El partido no ha tenido muchas ocasiones, pero las dos o tres buenas han sido nuestras y si caía de algún lado era del nuestro. Intuíamos que nos podíamos llevar el partido», manifestó.

El entrenador del Valencia, Ronald Koeman, por su parte, admitió que su equipo debe mejorar en el aspecto ofensivo, pero se mostró satisfecho con la imagen ofrecida por sus jugadores y por el rendimiento de las novedades en el once inicial. «Ninguno de los dos equipos hemos creado mucho peligro, pero hemos tenido mucha seguridad atrás, hemos estado bien posicionalmente. Tenemos que mejorar en el aspecto ofensivo, pero también depende del contrario y éste es un campo complicado», afirmó.

Destacó que «he visto un equipo luchador y bien posicionado en el campo, concentrado, sobre todo en los primeros 25 minutos de la segunda parte. Estoy muy contento no sólo por los jugadores, sino por el equipo en general, estuvo muy metido y es el camino para mejorar». Sobre los cambios en la alineación, dijo que «era el momento de cambiar cosas».

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