crónica | acta fundacional
El Banco del Sur da su primer paso en el «sueño de integración de los pueblos»
Siete de los mayores países de Sudamérica fundaron el domingo el Banco del Sur, una entidad que buscará afianzar la integración regional y la independencia de los organismos multilaterales de crédito que comandan las grandes potencias mundiales.
«LA JORNADA»
Los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay y Venezuela, más un enviado de Uruguay, firmaron el domingo en Buenos Aires el acta constitutiva del banco, una idea del líder venezolano Hugo Chávez, que se prevé tenga un capital inicial de unos siete mil millones de dólares.
«Estamos dando un paso decisivo en la construcción del sueño de integración de los pueblos de América del Sur», dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la Casa Rosada.
«La mayoría de los países de nuestra región ya participa del proceso de creación del banco. Brasil espera que los demás países también se unan a nosotros en esta institución crucial», afirmó antes de dar a conocer que la firma de su par uruguayo, Tabaré Vázquez, se retrasaba al lunes.
La firma, que abre un período de 60 días para definir los detalles operativos, se realizó en la Casa de Gobierno de Argentina, en el último acto como presidente de Néstor Kirchner, quien ayer entregó el poder a su esposa, Cristina Fernández.
Alternativa al FMI
El Banco del Sur será el corazón de una red financiera para el desarrollo, como alternativa al FMI y a otros organismos, dijo el presidente de Ecuador, Rafael Correa. «Hemos iniciado en esta nueva fase, una nueva arquitectura financiera, consistente en un banco como corazón de una red financiera para el desarrollo, como alternativa al FMI», dijo.
El nuevo banco «permitirá poner fin a la deleznable política financiera» impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros poderes económicos, afirmó, en uno de los párrafos más aplaudidos por centenares de invitados, entre ellos empresarios y líderes obreros, en presencia de los mandatarios de Argentina, Venezuela, Bolivia, Brasil y Paraguay.
«América Latina tiene más de 250 mil millones de dólares de sus bancos centrales depositados fuera de la región, en el llamado primer mundo, con el pretexto de la seguridad», constató y pidió formar un «fondo del Sur, que junte las reservas depositadas fuera del Sur y así multiplicarlas para evitar las crisis financieras y equilibrar las balanzas de pagos».
El presidente venezolano estimó que el banco será un instrumento estratégico para la independencia regional, en declara- ciones realizadas a la prensa a su llegada a Buenos Aires. «Va a ser determinante para el proceso de independencia de nuestros pueblos», manifestó Hugo Chávez.
El mandatario venezolano definió al banco como «una estrategia para la independencia. Miles de millones de dólares están colocados en los bancos del norte. Más de 500 mil y más millones, que son nuestros, que están colocados en los bancos de Estados Unidos y Europa y por los cuales se pagan intereses muy bajos».
Una fuente del Ministerio de Economía de Argentina dijo a Reuters que en los 60 días tras la firma se definirán los aportes que realizará cada país y su poder de voto.
Una de las posibilidades es que un 10% del capital inicial sea realizado en efectivo y que para el resto los países emitan deuda, agregó.
«El Banco del Sur parece ser uno de los más convincentes proyectos para impulsar el financiamiento auténticamente latinoamericano», señaló Roberto Mallen, del Consejo de Asuntos Hemisféricos con sede en Washington.
Aseguró que la estructura pensada para el banco «no permitirá que Chávez lo domine, aún cuando tendrá sede en Caracas».
Integración y desarrollo
Según el borrador del acta fundacional, al que tuvo acceso Reuters, la entidad tendrá como objetivo «financiar el desarrollo económico y social de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) miembros del Banco, en forma equilibrada y estable».
También será una herramienta para «fortalecer la integración; reducir las asimetrías y promover la equitativa distribución de las inversiones dentro de los países miembros del Banco», afirma el acta.
Brasil, la mayor potencia sudamericana, dudó en participar del proyecto, aunque aceptó al decidirse que la institución financiara proyectos de desarrollo como lo hace el Banco Mundial y no fuera un organismo para equilibrar países en crisis financiera como el Fondo Monetario Internacional.
El FMI es ampliamente criticado en América del Sur debido a las medidas que impuso para otorgar fondos, y que según Kirchner llevaron a Argentina a una profunda crisis en el año 2002, que concluyó con el cese de pagos, una fuerte devaluación de la moneda y el casi colapso del sistema financiero.
Argentina y Brasil cancelaron la totalidad de la deuda con el organismo mientras que otros países de la región, como Uruguay, fueron reduciendo su exposición con el FMI.