Tres coreógrafas y bailarinas vascas, Blanca Arrieta, Idoia Zabaleta y Matxalen Bilbao, mostrarán hoy en el Guggenheim tres particulares creaciones de corta duración.

Tras la reciente residencia en L' Agora de la Danse de Montreal con la compañía Montreal Danse, donde creó las bases para la futura creación de la obra «Nostalgia», Blanca Arrieta ha desarrollado parte del material para dar forma a un solo coreográfico. Se trata de «En la ciudad de Los Ángeles», la pieza que ofrecerá hoy en el Atrio del Museo Guggenheim. En este trabajo, la bailarina y coreógrafa bilbaina busca «la transparencia en la composición coreográfica, la comunicación directa con un movimiento minucioso, delicado y preciso». Creado e interpretado por la propia Arrieta, el espectáculo cuenta con drama- turgia de Kathy Casey y música original de Sascha Engel.

Los trabajos de Blanca Arrieta han sido programados en muchas salas y festivales, siendo una de las seleccionadas en el Circuito de la Red de Salas Alternativas del Estado español en 2006. Fundadora de Ciento Cincuenta Cuerdas, su último trabajo, «Rest», ha sido coproducido por el Mercat de les Flors de Barcelona. Como bailarina ha trabajado además para la compañía de Damián Muñoz, para Imlata Dance Company y Momentary Fussion de Londres, así como para varias compañías irlandesas y para los coreógrafos Charles Cre Ange (Estado francés) y Philippe Saire (Suiza).

Investigar el espacio

Matxalen Bilbao, por su parte, presentará «Mutix», una pieza de quince minutos resultado de un proyecto que investiga el espacio y pretende explorar las fronteras entre lo visible y lo invisible, lo real y lo imaginario. «Lo real del espacio es su fisicalidad, de ahí que sea posible ocuparlo, recorrerlo, instalarse; pero lo que realmente nos interesa es la multiplicidad de espacios que podemos percibir, siendo espacios que algunas veces no podemos precisar», señala.

Dirigida por su compañera Blanca Arrieta, Matxalen Bilbao interpretará sola su creación sobre un espacio escénico concebido por Paul Basañez y Guillermo Almagia, bajo la música original de Borja Ramos.

Bilbao formó parte de 1992 a 1996 de la compañía de danza Con Buen Pie, en la que creó su primera pieza corta. Más tarde trabajó como bailarina para Damián Muñoz Danza y participó en numerosos montajes. A partir de 1998 presenta sus propias creaciones en multitud de ciudades y festivales.

En cuanto a Idoia Zabaleta, su pieza da comienzo cuando el espectador empieza a aproximarse. De lejos parece aún la figura de un pájaro, de cerca una persona con las piernas largas.

En esta creación, la coreógrafa gasteiztarra trabaja en la idea del límite, del binomio interior-exterior y de su permeabilidad. Titulada «Fisura nº 2», la obra surge de una serie de piezas que, según la autora, «deben nacer de una fantasía y atravesar un delirio».

Quizá influenciada por sus estudios de biología, muchas de sus piezas tienen que ver con la ecología de los procesos de creación, los ritmos, las tensiones, las interrelaciones entre intérpretes, creadores y público. Fundadora de la Asociación de Danza y Lenguajes Corporales Moaré, se dedica tanto a la divulgación de la Nueva-Danza y Contact-Improvisación, como a la creación y producción de piezas de danza.