El centro del distrito de Musa Qala, que permanecía bajo control talibán desde hace diez meses, al sur de Afganistán, ha sido ocupado por el Ejército afgano con el apoyo de la OTAN. Sin embargo, ayer por la noche aún existían bolsas de resistencia.

«Esto no es más que una muestra de que si trabajamos juntos podemos hacer que las cosas avancen», señaló el primer ministro británico, Gordon Brown, poco antes de regresar a Londres tras una visita relámpago a Afganistán.

Durante una conferencia de prensa en Kabul junto al presidente afgano, Hamid Karzai, Brown prometió que la OTAN mantendrá el apoyo al Ejército de ese país «hasta la eliminación total de los talibán de su bastión de Musa Qala».

Sin embargo, el portavoz del Ministerio afgano de Defensa, el general Mohammad Zahir Azimi, no se mostró tan entusiasta como Brown y puntualizó que aunque habían tomado el control del centro de Musa Qala, grupos de resistentes talibán aún se mantenían operativos en los alrededores.

«Las operaciones de limpieza están en marcha. Los dos principios que nos guían son la seguridad de la población local y la de nuestras tropas debido a la presencia de bombas artesanales y minas», explicó Zahir Azimi, recordando que el fin de semana, dos soldados británicos murieron como consecuencia de la explosión de este tipo de artefactos.