La muestra inaugurada ayer presenta la totalidad de las obras compradas por la pinacoteca vizcaina en los últimos seis años. Se incluyen artistas incorporados por vez primera a la colección del museo, como Genaro Pérez Villaamil, R.B. Kitaj, Peter Blake, John Davies, Miquel Barceló, Markus Lüpertz, Jacques Lipchitz, Juan Luis Moraza o Darío Urzay, y otros cuya presencia se ha completado con nuevas obras; es el caso de Eduardo Zamacois, Vicente López, Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, Vicente Ameztoy, Juan José Aquerreta, Amable Arias, Txomin Badiola, Luis Fernández, Pablo Palazuelo o Alfonso Gortázar.

Suman 192 piezas de diferente naturaleza. Las pinturas son mayoría. Hay 30 lienzos, 24 esculturas e instalaciones, 120 dibujos, collages, grabados y otro tipo de papeles. También se exhiben 18 carteles. Cronológicamente, 123 obras pertenecen al siglo XIX; 61, al siglo XX y sólo 8, al siglo XXI.

De Bados a Laplaza

En el año 2002 entró en la colección del Museo de Bellas Artes un grupo numeroso de obras de artistas vascos. Veintinueve autores se incorporaron entonces al que se considera el mejor muestrario de arte vasco que existe hoy.

Las primeras piezas que se recibieron fueron las de Ángel Bados, cinco obras realizadas entre 1985 y 2001. Después, se compraron las de Juan José Aquerreta -``Apolo barneliluratua (Heraklitoren hilobirako frisoa)'' y ``Naturaleza muerta de la granada''-, José Ramón S. Morquillas -``Contenedor'' y ``Los intelectuales de mi aldea''-, Daniel Tamayo -``Duranguesado''-, Txomin Badiola -``Double Trouble'' y ``Gimme Shelter''-, Darío Urzay -``El vientre del observador (Umbral de atención) El vientre del observador (Afterimages)''-, Juan Luis Moraza -``(P)'', ``Le grand vesse'', ``Nas'' y ``FANAL. Gozamenen Lorategia''-, Jesús M. Lazkano -``A la espera del dibujo inacabado'' y ``Gianbolognaren omenez''- y Pello Irazu -``14-9. 31/081989'', ``To the sleeping part'' y ``Habitat''.

Al cabo de un tiempo se compraron dos obras de Amable Arias -``De lo invisible I'' y ``De lo invisible II''-, Mari Puri Herrero -``El Arenal al fondo'', ``Albia'' y ``El comedor''-, y Alfonso Gortázar. Se obtuvieron, asimismo, dos excelentes aguafuertes de Ricardo Baroja.

En 2003, el centro que dirige Javier Viar compró un mármol de Marcial de Aguirre, una escultura de Eduardo Chillida y otra de Oteiza. En el caso de Chillida se trata de un hierro muy temprano y de extraordinaria calidad, ``Hierros de temblor II'', cuya adquisición fue una oportunidad irrepetible a tenor de los precios que posteriormente ha alcanzado su obra. La escultura de Oteiza es una obra temprana realizada en cemento, ``Figuras''. En 2006, se adquirió un dibujo Sin título de Chillida, de 1967, y ``Jaula para pájaros libres'', de Remigio Mendiburu.

El mismo año añadieron a los fondos del Bellas Artes el óleo de Eduardo Zamacois ``Bufones jugando al cochonnet'', una acuarela del mismo -``Espadachín''- y ``Mañaria'', de Enrique Nieto. Llegó también una aguada sobre cartulina de Balerdi, interesante muestra de su informalismo de gesto más radical.

Las inclusiones por compra de artistas vascos se completarían con obras de Juan Mieg y Vicente Ameztoy, en 2004; de Joaquín Lucarini y José Ángel Lasa, en 2005; de José Zugasti en 2006, y con una de Antonio María Lecuona y dos ejemplares de Aurelio Arteta en 2007.

Verdaderamente singular es considerada la obra de Roberto Laplaza, autor bilbaino de la segunda mitad del siglo XIX, que en su día participó en Madrid en producciones murales de gran envergadura.

En esta nueva exposición en el Museo de Bellas Artes se pueden admirar, de igual forma, las obras de artistas de fuera de nuestras fronteras como Vicente López, Genaro Pérez Villaamil, Federico de Madrazo, Raimundo de Madrazo, Luis Fernández, Pablo Palazuelo, Barceló, Jacques Lipchitz, Karel Appel, Peter Blake y Kitaj, fallecido recientemente. El tercer artista anglosajón incorporado es el inglés John Davies. Finalmente, en 2002 entró a la colección una escultura de Markus Lüpertz.