Mientras en Lisboa se celebraba la tercera cumbre UE-África, en cuya agenda figuraba la inmigración, en aguas de Turquía, medio centenar de personas morían al hundirse su embarcación. Los inmigrantes, la mayoría de nacionalidad palestina, iraquí y somalí, intentaban alcanzar la isla griega de Quíos y entrar así en territorio europeo.

«Eran las 0.30 cuando dos inmigrantes palestinos, que nadaron hasta la costa, pidieron auxilio», explicó el alcalde de Seferihisar, Gedik Güldibi. Añadió que otros cuatro fueron rescatados y hospitalizados. Un séptimo fue encontrado ayer al mediodía. Según precisó, están en estado de shock y la situación de uno de ellos es crítica.

Confirmó que ya han recuperado 43 cadáveres. «Intentamos mantener las esperanzas, pero la posibilidad de hallar más supervivientes está disminuyendo. Buques y helicópteros rastrean la zona, pero los fuertes vientos podrían haber empujado los cuerpos hacia la costa», manifestó. Los supervivientes relataron a las autoridades turcas que en el bote, de 15 metros de longitud, iban, unas 60 personas, aunque la Guardia Costera de Turquía señaló que podrían ir hasta 85. El mal tiempo y la sobrecarga podrían ser las causas del hundimiento.

En Senegal, cerca de 40 africanos fallecieron durante la travesía hacia las islas Canarias. La piragua, con 130 inmigrantes, partió de la isla de Diogué, al sur de Senegal. Por causas que se desconocen encalló en Yoff, al norte de Dakar, con 90 personas. De ellas, 70, incluido el capitán, huyeron antes de que llegaran las fuerzas de seguridad.

En Sahara, más de 50 inmigrantes desaparecieron a 38 kilómetros al noroeste de Dakhla. Al parecer, la patera zarpó del puerto de Nuadibú, en Mauritania, el 30 de noviembre. Un barco pesquero marroquí lo avistó y dio aviso a la Marina, que encontró a seis sobrevivientes.

Las vallas de Ceuta y Melilla

Por otra parte, el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Ivo de Boer, expuso las imágenes de africanos tratando de saltar las vallas de Ceuta y Melilla para entrar en el Estado español como ejemplo de problemas agravados con el calentamiento global.

«Según algunos informes, en un tiempo tan corto como 20 años, 250 millones de personas en África se enfrentarán potencialmente a la escasez de agua y todos tenemos en mente las horribles imágenes de la gente tratando de trepar las vallas de los enclaves españoles para entrar en Europa», denunció en Bali.